Para Pabla Maria Mendoza de Castellar 
R. I. P. 
  
  
Ahora duermes el sueño eterno 
en una ciudad que nunca te gusto 
porque a tu alma india  
le disgustaba 
el caracter fenicio y festivo 
que aqui impera... 
Espero y ruego 
que me perdones por permitir eso, 
Ya que no sentiran  tus huesos  
las ondulaciones suaves y cadenciosas 
de las MONTAÑAS DE MARIA 
nunca mas, 
escucharan tus oidos muertos 
el canto hermoso del mochuelo, 
ni contemplaran tus velados ojos 
el majestuoso y sensible silencio  
que se yergue en LOS COCOS a mediodia. 
Has partido hacia la eterna nada 
sola,  
y al ver tu rostro cansado y mustio 
con tus arrugas de vieja (como me duele en las entrañas del alma cada arruga y cada lagrima tuya, vieja querida) 
vi en reflejado el rostro de mi madre, el de mis tias, el de mis hermanas  
y el mio propio, 
porque fuiste madre de muchos 
y con tu muerte  
nos hemos qyedado mas solos y mas conscientes 
de qye cada dia  
nos morimos de a poco. 
Fue horrible dejarte sola en ese lugar, 
rodeada de extraños dormidos, de extraños muertos, 
y fue tambien  horrible verte dormida en el feretro 
viajando hacia el lugar ignoto 
a donde viajan las almas de los hombres, 
Me consuela sin embargo saber que ya no sufres mas 
y que aunque tu no volveras a mi 
yo si ire hacia ti, cuando sea el momento. 
  
Siemppre queda la sensacion 
de que pudo hacerse mas 
una sonrisa mas 
un momento mas 
un beso y una caricia mas 
de tiempo que se le pierde al tiempo... 
Esperame alli  
con Edith, Ariel, Victor, Emiliano, Jose y Natanael 
  
Descansa en paz, vieja querida...que el Señor tenga Piedad y Misericordia de tu alma. 
  
Tu nieta. 
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