Te pronuncio aullando luz
Para darte propósito y destino
En el rumbo de mis versos.
Te pronuncio en el intento
De abarcarte en número y espina
En la medida exacta en que la lluvia
Desdibuja el viento en las esquinas.
En tus manos abiertas va la ofrenda
Del valor que necesito
Para ser consuelo y recompensa.
Siempre fuiste ese lugar
En donde explota el sol
Y todos los planetas moribundos
Se refugian en mi espíritu dormido.
Y si te beso, brillo
Como un faro de océanos furiosos
clamando el retorno de sus naves.
Si te beso me sucede
Que orbitan las visiones
Y aún así
Entre los pliegues del sueño y la vigilia
Sos presente.
Cuando te pienso lejos
Mi cabeza se hunde como un barco
En los relojes del llanto.
Y me pierdo en los minutos
En la dulce intersección
Del dolor ingenuo
Y la esperanza.
Te sostengo leve
Tu imagen duerme ahora
Hamacándose al son de mis pestañas.
Texto agregado el 15-12-2005, y leído por 142
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