El momento prometía tenso, pero ya había tomado la decisión de romper con toda la rabia acumulada, de lanzarse al vacio con la esperanza -unas veces grande y otras pequeña- de que sus brazos la esperasen allí donde acababa la caida. Su mirada fija en los ojos de él tratando de anticipar una respuesta, un rechazo, un soplido, algo que la hiciese tomar la decisión de una vez por todas.

Como sin querer fue desprendiendose poco a poco de sus ropas, primero el sostén que atenazaba esos pechos que pugnaban por salir, que pedían a gritos ser acogidos entre sus manos, después y con menor dificultad se desprendio de la camisa, dejando al descubierto el temblor de su piel. Sabía que por primera vez se desnudaba por dentro y por fuera para él, solo para él. El estaba sentado,parecía atónito,impasible, esperando que vendría después, ella tomó su mano acompañándola hasta su pecho al compás de la caricia que tanto deseaba de él. La respuesta de su cuerpo a esa mano helada fue tan obvia que no hacía falta mas, por un instante se acercó lentamente a sus labios en busca de ese beso que no tendría respuesta, de nuevo tenían razón...estaba muerto.