Bajo la lluvia
Noche.
Ella caminaba por la vereda del frente,
cabeza gacha, se abrazaba por el calor que no tenía.
Yo no sé por dónde iba,
mi cuerpo me arrastraba el letargo y la monotonía,
se abrían y cerraban las puertas de los bares,
una pareja de borrachos reía y zigzagueaba por los adoquines,
algunos faroles de vida intermitente,
como yo, ¿vaso mitad lleno o mitad vacío?
Comenzó a llover,
y corrías, cubriéndote la cabeza con el cuello del abrigo,
tus zapatos de tacón esquivando las agujas de agua,
huyendo de nadie y sin rumbo,
era la desgracia más hermosa que había visto.
Hasta que de casualidad cruzas y chocas conmigo,
Disculpa, no te vi, dijiste,
y tu voz no cupo en la palabra voz.
No te preocupes, te ayudo, continué,
sonreíste,
sonreí,
tan mojados que no sentíamos estrellarse la lluvia.
Vendría bien un café, propuse,
me mira unos segundos, para ver de qué color brillaba mi pupila,
Bueno.
Y en el camino,
Cómo llueve esta noche, le digo,
Sí, me tomó por sorpresa,
Tú también, pensé.
Y mientras la dejaba entrar primero,
paró de llover.
JOO
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