María Gabriela


María Gabriela era una chica físicamente bastante común, con un metro y sesenta centímetros, piel de color morena clara, ojos café oscuros y cabello liso, con unos cinco kilos de sobre pero, lo que es nada; pero hasta allí llega lo común y corriente en ella, porque a nivel personal era una chica extraordinaria, siempre tenia una sonrisa a flor de piel, amaba cantar y recitar poesías, también le gustaba mucho el teatro y de niña alguna vez había estado en danzas, poseía una caridad muy grande así como de una calidez excepcional. Quizás fue por todas esas cualidades que me enamore perdidamente de ella apenas la conocí, y si el nuestro fue un amor muy intenso, tanto que los romances esos de las películas ó de los cuentos se quedaban cortos comparado con el de nosotros, nuestros amigos estaba muy felices por nosotros y los envidiosos no sabían que hacer para separarnos.

Con el tiempo tuvimos una pequeña niña, fruto de ese amor, a quien en honor a su madre le pusimos Gabriela, la cual era el vivo retrato de su madre, en todo, ó casi todo aveces se parecía a mi cuando me molesto y además tenia el pelo malo, si, como el mío... bueno no todo es perfecto.

Si lamentablemente no todo es perfecto, un día cuando estabamos en el cine, me percaté que María tenia una inflamación en la parte atrás del cuello, cerca de la base de la cabeza. Al día siguiente nos fuimos lo más prontamente posible a ver al doctor, este luego de varios exámenes y de consultarlo con otros colegas, nos dio la mala noticia, era un tumor cancerígeno, demás esta decir que tratamos de todo desde quimioterapia hasta medicina naturista, pero todo fue en vano, al cabo de unos seis largos y agonizantes meses, María Gabriela murió dejándonos a mi y a la pequeña Gabi solos.

Saben algo?... es muy curioso, pero el día que María Gabriela murió Gabi hablo por primera vez, dijo “mamá”