- Que como va eso. Me pregunta mi encargado, es una buena persona, se hace el loco, pero o se lo hace o acabara desquiciado, lo entiendo, es mejor borrar la información superficial de su registro cerebral y dedicarse únicamente a lo que el considera mas importante.

- Esas putas gomas me dejan las yemas de los dedos en carne viva.
- Pero así te sale bien, te ganas una pasta.
- Si, si de hecho no me puedo quejar, toda moneda tiene dos caras.
- Bien, me voy al despacho a llamar, talvez tengas que hacer un viaje a Tortosa mas tarde, cuanto tiempo crees que te queda para acabar este pedido.
- Mas o menos un par de horas, ya me quedo al medio día y así por la tarde puedo hacer el transporte.
- Hasta ahora, ya te digo algo.

Carlos sigue leyéndome el proceso desde el mp3, yo sigo las indicaciones de Adam Smith en su explicación practica de la Fabrica de agujas, abro una caja, en la que hay chapas de inox volteadas en forma de media luna, de 8 centímetros de ancho, para asegurar acometidas en tuberías de gas ciudad, yo he de completar el juego para que un operario en otra parte del mundo pueda dar gas natural a vuestra casita de papel.

Mas tarde ha venido la mujer de mi jefe, es increíble, guapa, lista con dinero, su deseo va fingido con una especie de mecenazgo literario hacia mi persona, dice que me entiende, dice que me apoyara. Yo creo que tarde o temprano se cansara de mi, o se enterara su marido, mi jefe y claro se me acabara el chollo, se me acabaran las lecturas de Carlos y el dinero fácil, y esta libertad que tengo de coger algunos días de fiesta entre semana y claro lo de follarme a su mujer, pero bueno cuando lea esto va a flipar, que lo jodan.

Ella se llama Maria, tiene casi cuarenta anos, pero tiene un áurea divina, ha leído a Henry Miller, el fue quien nos unió, esta un poco loca y es una suicida, no tiene nada mas que hacer todo el día lo pierde en ir de compras, leer y follar con jóvenes interesantes, esto ultimo lo supongo, no soy el único. Ya la había encontrado alguna vez en una tienda, iba con Oman, pero ella y yo no nos conocíamos y Oman es siempre muy discreto, nunca ha salido este tema, tan solo hemos quedado tres veces. Hoy me ha seguido a la playa, con su mini rojo, hemos ido a comprar aceite para masajes, en una tienda de tonterías caras, un libro y algo de comer, luego las olas golpeaban con fuerza los acantilados de Altafulla, hacia frió, nos hemos abrazado y hemos ido a mi casa a follar, hacia mucho tiempo que no lo hacia, mas tiempo que nunca, ha sido excitante, nada mas, se ha vestido rápido y se ha ido por donde había venido, ya había preparado la cena para sus dos hijos y para su marido, mi jefe, yo le he dado recuerdos para el, ella ha sonreído y me ha dicho que ya me llamara.

A veces una verdad puede cambia todo una vida, hay que arriesgarse a dar el paso. Muchas verdades que hay aquí alguna vez las habréis detectado, os las he dicho, os las han asegurado, presentido. Olvidar es fácil, un mundo de olvidos ayuda siempre a mantener el mismo sentido a la vida. Vosotros mismos, podemos seguir siendo esclavos del saldo, de las patatas fritas Mcain, de los mini version siglo XXI o afrontar alguna verdad, ninguno de los dos caminos es fácil.