La electropsicopurga

Buenos días, soy el doctor Iván Andresovsky, psiquiatra responsable del procedimiento clínico experimental para el cual usted ha suido seleccionado tras los exhaustivos exámenes psicológicos en los cuales ha sido examinado y evaluado. Ese complejo estudio nos arrojó como resultado, tener en usted un dramático perfil de desordenes psicológicos. Pero a mí, lo único que me interesa realmente es saber que usted es la persona seleccionada como la más indicada para experimentar con mi procedimiento, que por cierto, no es para asustarse de. Además, tengo entendido que se le ha informado la razón por la cual ha sido seleccionado, incluso es de mi conocimiento que ha firmado una conformidad para llevarlo a cabo. Y sinceramente, eso es algo que me alegra mucho, ya que usted será de gran ayuda para el futuro de la psiquiatría, más aun, un gran aporte para la humanidad. Así que bien, ya sin más preámbulo pasaré a explicarle a grandes rasgos y en forma general, en que consiste el procedimiento en cuestión.
Bien, luego de años de estudio he logrado diseñar lo que he denominado planta electropsicopurgadora; de la cual detallaré, parcialmente, sus partes y funciones más significativas. En primer lugar, haré utilización del rayo que denominé rayo de acción psicosensorial. Este rayo es una rectificación del rayo catódico. Dicho rayo ingresaría, literalmente hablando, a su sistema nervioso; de modo que sólo quedaría paralizado para cualquier tipo de acción consciente o voluntaria. No obstante, al recibir una descarga, muy minuciosamente estudiada, no debería sentir demasiado dolor; estas son previsiones a las que he llegado luego de años estudiando este rayo y por supuesto también el funcionamiento del cerebro y la reacción que podría tener con este rayo. Estudios realizados en conjunto con el neurólogo Nicolás Niebssen, quien hoy no ha podido venir por cuestiones de salud. Y volviendo al tema, en su mente sólo se presume que quedarán accesibles las situaciones ya vividas, sean angustias, deseos inconclusos, y cualquier otro tipo de trauma o desorden psicológico que, obviamente, sólo usted podrá ver si es fuere de ser posible. El objetivo de este procedimiento es que usted literalmente vacíe su inconsciente de todo lo que perjudicialmente esta estancado allí. Todo aquello que está influyendo para que su existencia sea miserable, tal como así lo demuestran los resultados obtenidos en usted. Y yo quiero ayudarlo a usted y a las demás personas trastornadas, a remediar sus desordenes mentales. Usted seguramente se preguntará cómo haré yo eso, ¿verdad? Pues mediante un filtro denominado filtro electro sensorial, que filtrará todo lo que haya en su inconsciente. La mayor característica de este filtro es que fue diseñado para discriminar entre recuerdos negativos, de positivos; lo angustiosos, de lo placentero. Y todo este filtrado se llevaría a cabo tomando en cuenta la utilización de los pulsos eléctricos que su propio cerebro envíe, y, que, ayudado por el rayo de acción psicosensorial, serían filtrados. Los malos recuerdos, angustias, despechos, etc., pasarían a través de los pulsos eléctricos; pero lo harían como interferencias en el filtro. Estas interferencias serían rectificadas por medio de la ayuda de condensadores y diodos . Y ya una vez limpia la onda eléctrica, se formaría una onda senoidal pura. En este estado los pulsos eléctricos serían conducidos a un acumulador especial, de donde, luego, serían conducidos a un filtro secundario, ya eso, en el regreso de la señal eléctrica a su cerebro. En tanto que las interferencias, como bien lo he estudiado, no serían más que productos negativos de su inconsciente, los cuales serían eliminados por los diodos.
Pero quédese tranquilo, aunque a simple vista este procedimiento suene aparatoso y atemorice un poco. En teoría, no debería de sentir más que un ligero dolor de cabeza, como exagerando incluso, más bien como un malestar deberá sentir. Sus funciones corporales quedarían reducidas a las de los actos involuntarios de sus órganos vitales. No se preocupe absolutamente de nada. Tan sólo imagine el resultado de este ensayo. Podría quedar en los anales de la historia clínica. Imagínese: 6 de agosto de 1934, día en que el doctor en psiquiatría Iván Andresovsky descubre que es posible purgar el cerebro humano. La gloria que podría acariciar.
Ahora bien, lo primero que haré será recostarlo en esta cama diseñada para la planta electropsicopurgadora, y sólo por precaución, le ataré las muñecas, tobillos, tórax y rodillas. Es mejor prevenir cualquier tipo de lesión física, y del equipo también. Seguido de esto conectaré dos electrodos a sus sienes; uno negativo, y el otro positivo. Los mismos se pegarán con ventosas a su piel, y sus cables están conectados directamente al filtro electro sensorial, donde también se encuentra conectado, en el mismo gabinete, el sistema generacional y de disparo del rayo de acción psicosensorial, que a su vez, se halla conectado a un relay que controla todo el sistema. Luego el conectaré otros dos electrodos más a sus sienes. Estos otros dos electrodos están conectados al acumulador. Entonces, habiendo ya conectado los cuatro electrodos correctamente, me dispondré a encender el disparador del rayo. Tardará aproximadamente veinte minutos en cargar la energía suficiente como para comenzar. Una vez listo, el flujo sería constante, sin sobre, ni baja energía. Dirigiré en ese momento el disparador del rayo a su frente, a una distancia de treinta centímetros. Lo único que usted deberá hacer es cerrar los ojos. Simple, ¿verdad?
Para cuando el procedimiento haya terminado, sólo restará desconectarlo y examinarlo físicamente, lo dejaré descansar cuarenta y ocho horas, y finalizado su reposo le haré las pertinentes evaluaciones psicológicas para lograr evaluar los resultados de esta experiencia. Así que por lo que verá, no debe porque de temer. Ahora, cambie esa cara de ratón asustado y deje de ofrecer resistencia. Le aseguro que le será más beneficioso acostarse por sus propios medios, apaciblemente, y no me veré obligado a utilizar métodos que, le aseguro, no serán tan dóciles con su cuerpo como si lo son mis pacíficos pedidos. Porque ustedes, los desequilibrados son todos iguales, no hacen más que sacarlo a uno de sus casillas. Y luego, la gente va diciendo por ahí que los hospitales psiquiátricos son malos, crueles, y que dan un trato inhumano a sus pacientes. ¡Pero por favor!