Entre besos te llevo dentro mío,
te pienso encontrada, tangible como ayer,
y al cerrar los ojos apareces, estás aquí conmigo.
Flota tu aroma, siento tu temperatura,
brotan las caricias que me escribes en la piel,
mi cabello se despeina, se estremece mi aliento.
Un calor me recorre desde antes del amor,
un color me ilumina desde el espacio que me deje
tu regreso y el lugar que te reservo para tus caricias.
No te has ido, mi sonrisa no me engaña, veo a tus ojos
siento tus labios en mi piel, en mi pecho está tu mano,
entrelazados los dedos te recorro, y arranco un suspiro.
Jugamos a no escondernos, mostramos lo mejor
de nuestra piel, la parte interna y vulnerable
de nuestro ser, mientras las puntas de la piel emergen.
Se interrumpe nuestra respiración, agitada
beso tu cuello y es dulce el sabor de tu cabello,
te estrecho toda y encuentras la forma mía que hay para ti.
Somos un rompecabezas, las piezas embonan
cada una en su sitio aún de pie, y yo a tu espalda
dispuesto me entretengo con tus cosas y la pared.
Mis dedos cansados y húmedos te liberan,
la tensión desaparece y cae sobre nosotros
ese silencio frío que llega cuando te desvaneces.
|