Había una vez, en un hermoso bosque cercano a Pto. Montt, una pequeña y hermosa niñita con el nombre de Caperucita azul.... Su belleza pasaba inadvertida, ya que su mal comportamiento y perversidad atemorizaban a todo el mundo.
Sus padres no podían controlarla y evitaban hacerla enojar porque temían sus violentas reacciones... Cada vez que sus padres le solicitaban que le llevara la merienda a su abuelita que yacía postrada en una cama desde hacía 20 años, ella, la rebelde niña, con gritos que se escuchaban por todos lados maldecía a la pobre anciana....
... Aquel día caperucita salió de su casa con la maldad pintada en los ojos... deseaba destruir todo lo que encontrara en su camino... pensaba en la anciana y solo quería desbaratarle la vida; llevaba en sus entrañas el grito ferviente de un desgarrado odio, aunque sus oídos percibían un murmullo débil y agudo, al que le restaba importancia...
Se adentró en el bosque, y su paso enfurecido le prestó el más violento engaño; el verde musgo escondía tras sí un agujero en el suelo, en el cual la pequeña fue a caer. Así se encontró de pronto en un lugar frío, y con las rodillas ensangrentadas...
De pronto el miedo y la soledad comenzaron a apoderarse de su interior... sus ojos observaban y gritaban con miedo por ayuda, sus piernas se doblaban, su paso se quebrantó y el temor comenzó a quitarle el sentido, hasta que de pronto... de la nada apareció un ser de dulce rostro y tierna mirada; el corazón de la niña palpitó más lento y su miedo se hizo agudo. El pequeño y dulce niño solo la observo y su mirada incesante la acarició, sintióse ella conmovida por la melancolía que mostraba la pupila grisácea de aquel ser, por primera vez el corazón de la pequeña sintió recorrer un hilillo fino de bondad por sus venas; sacó así valor y con débil voz preguntó al niño:”que dolor te aqueja?”... El niño se acercó y la acarició, y la pequeña dejó caer lenta una lágrima sobre su mejilla, luego llevó sus manos a su rostro y lloró como nunca lo había hecho..., cuando quiso agradecer al niño observó al ausencia de aquel, su mirada lo buscó y no lo encontró, y luego se dio cuenta de que sus rodillas ya no sangraban, se sintió tranquila y encontró una salida...
Corrió por el bosque con una alegría tan intensa que desbordaba su alma, así llegó a su hogar, abrió la puerta y vio a sus padres trabajando, extendió sus brazos y se apresuro a envolverlos con su amor, ellos lloraron de alegría por el amor que ahora infundía su pequeña...
Por años la niña siguiole llevando la merienda a su abuelita y la ayudaba en todo lo que podía, hasta que la anciana enfermo gravemente y mas tarde murió; pero todos a su alrededor estaban tranquilos, pues pensaron sería mejor su vida en el paraíso...
Pasó el tiempo y la niña creció, y un día en que caminaba solitaria por el bosque divisó a lo lejos una figura conocida... era el pequeño niño que con una sonrisa volvió a acariciarla y luego se esfumo con el viento; desde aquel día la joven vivió tranquila y feliz junto a los que amaba... con la bondad y el amor absorbidos por el alma.
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