Sentada en el tiempo las demas flores no marchitan sumida en mi cerebro el miedo devora sus frutos Desesperadas encias sonrien enfermisas sus rostros quebrados se trasnforman junto con la luna. Tu piel granulada encubierta de pelo acaricia la templanza de tu fiera enjaulada. Tu, que con excusas esquivas la culpabilidad de tu asecho derramas una lagrima que cubre todo tu trecho. Viertete en mi dolor que es tan tuyo como mio, madura un corazon enjuagado con heridas. que tus manos sean plumas que se mecen con indiferencia al olvido suspendidas en el viento que colecciona suspiros. Que tu tacto se vuelva brisa enterneciendo la agonia que tus ojos sean tan fugaces como la eternidad del dia. que la luz que corre y vuela sea testigo de tu partida. que tus pupilas se dilaten en lunas hasta que el sol te atraviese eclipsando la mirada del que vigila sin sosiego.
Texto agregado el 12-12-2005, y leído por 200 visitantes. (2 votos)