Bajo la tutela rigurosa
de tu saliva acida
me convierto en un simple espejo
de palabras vacias.
Bajo el intermitente daño
de la combustión de tu hoguera
se desplaza mi tormento
en busca de una tregua.
Banales son las noches
que cubren mi ceguera
un rayo encandila
aquellas pupilas ciegas.
De repente descansas
ocultandote del desvelo
una simetrica inconstancia
deslumbra tu entierro.
Y son tus palabras las que aprietan
mi cerebro restringido.
Censurando la alegria
los gusanos se retuercen
sobre el jugo de sus frutos
lacerando mis huesos
Carcomida me levanto
frente a esa dualidad ajena
descollando toda logica
reposo en mi pensamiento.
Encrucijadas en vano
retuercen mi puño de impotencia
ecos simultaneos
retumban,
penetrando mi cautiverio.
Texto agregado el 12-12-2005, y leído por 199
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Lectores Opinan
14-12-2005
una buena imagen del tedio. Los gusanos, el cautiverio, el reposo; el mismo entierro... Esto está bien. Sólo buscaría evitar algunas rimas involuntarias, que dificultan un poco el ritmo del texto. primo