Plegaria
“Cada vez que pienso que estoy vivo y que Dios me regaló hace unos años un tiempo más de vida, pienso que debo aprovechar ese tiempo lo más que pueda.
Pienso que si pudiera retroceder en la vida, seguramente no volvería a cometer tantos errores, empezaría por no decir todo lo que pienso, pero pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan y eso me permitiría conservar aquellas cosas que deseché por viejas, pero que significaron tanto para algunos seres queridos. No abusaría de la comida ni de la bebida, dormiría poco pero muy seguramente soñaría más. Cuando los demás se detengan, los volvería a animar a seguir caminando, no haría ruido cuando los demás duermen y escribiría lo que siento, así solo yo lea lo que escribo.
Si pudiera retornar años de vida, conviviría mas con la naturaleza, volvería a disfrutar del agua cristalina de los ríos y quebradas de aquellos tiempos, disfrutaría más al sol y amaría la luz y el calor de vida que nos brinda, aspiraría el aroma mañanero, escucharía el sonido de los pájaros, jugaría mas con mi perro y tendría mas momentos de soledad para encontrarme conmigo mismo.
Seguramente cometería menos faltas, haría menos el oso, diría menos obscenidades y trataría de ofender menos a las personas.
Disfrutaría mas el tiempo en familia, amaría aún más a mis hijos, querría mas a mi esposa, atendería mejor mis compromisos y viviría enamorado para probar cuán equivocados están los que piensan que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que la realidad es que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A mis hijos les volvería a dar alas y de nuevo les dejaría que se estrellaran hasta que ellos solos aprendiesen a volar. A mis viejos aprendería a quererlos en forma distinta a como lo hice ahora.
Me enamoraría de nuevo de mis nietos y me sentiría igual que ahora, orgulloso de decir que soy su abuelo. Volvería a defender derechos sociales y pregonaría de nuevo aquello de que todos somos iguales y de que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Muy seguramente volvería a decir lo que siento, pero esta vez lo haría en forma suave a como siempre yo lo he dicho para no levantar ampollas. Soñaría que a pesar de las adversidades, siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien.
Seguramente pronunciaría mas seguido un “te quiero” o un halago a mi esposa y no asumiría tontamente, que ya lo sabe o que no es preciso repetirlo y al final señor, te agradecería de nuevo por permitirme hacer todo lo que hecho, así muchas veces me haya equivocado.
Señor, se que no podré volver atrás, por eso permíteme mantener a los que amo cerca de mi, diles al oído por mi, lo mucho que los necesito, permíteme quererlos y tratarlos bien y permíteme tiempo para decirles “lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que a veces se me dificultan decir.
Quítame la ira que a veces me invade y cuando no la puedo dominar, Señor permíteme aceptar que me he equivocado y dame fuerzas para pedir perdón por los daños que causan mis equivocaciones.
Finalmente señor, se el guardián de mi alma y dame fuerza y sabiduría hasta el último momento para no depender de nadie y aunque se que es mucho pedir Señor, permíteme una muerte digna, sin causar dolor o lástima a los seres queridos que tanto me importan”
Fuentesek
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