DOBLEMENTE RICO:
- Estoy seguro de que no se puede ser feliz.
- Si esa es la idea que tienes pues bien, creo que eres muy pobre...
- ¿Pobre yo?, tengo más dinero que vos y toda tu familia junta...
- Y cada palabra que dices confirma aún más lo que digo.
- Bahh, me parece que lo que tienes es envidia.
- Envidiar yo ver a mis padres muy de vez en cuando en vez de estar con ellos varias veces por semana, comer la comida que prepara una empleada en vez de los guisos de mi mamá, hablar solo de trabajo con gente desconocida en vez de tener una buena charla con mis amigos... no, eso no te lo envidio, ni se lo deseo a nadie.
- Bueno, en la vida todo tiene un precio.
- Si, y te aseguro que el precio que estás pagando vos es más alto que el que yo pago.
- Nada que ver. Si yo no paso necesidades, nunca tengo hambre, ni frío, si me enfermo mi médico me da los mejores remedios, si quiero algo mando a alguien a que me lo compre...
- Pero decime la verdad, no te sentís un poco solo... no te sentís como vacío a veces.
- Y... si, muchas veces, pero ya estoy acostumbrado. Por eso no creo en la felicidad, la gente busca tener aunque sea la décima parte del dinero que yo tengo pensando que cuando lo consigan serán felices y... aunque me moleste admitirlo, no es así. Tal vez se pueda ser feliz de a momentos, pero todo el tiempo, no creo...
- Qué importante es que hallas entendido esto, hay personas que pasan toda la vida sin darse cuenta de que la felicidad no depende del dinero. Pero sí depende del cómo veas las cosas, del punto de vista poco optimista, de las comparaciones, de crearse expectativas, de no elegir un rumbo definido, en definitiva la felicidad puede vivirse como un camino hacia un objetivo inalcanzable o hacia muchos objetivos sucesivos.
- Qué alivio siento en el pecho en este momento, de ahora en adelante voy a buscar el sentido de mi vida. Porque tal vez tengas razón y la felicidad si exista.
- Espero que tengas mucha suerte y gracias.
- ¡Gracias!... ¿por qué?.
- Porque yo tenía la idea de que todos los ricos eran malas personas y ahora he descubierto que no es así y al quitarme este prejuicio de encima me has acercado más a la felicidad, gracias.
Sasá
|