BASTIÓN III (la deuda)
Nuestra máquina militar se desempeñaba a la perfección pero combatíamos contra numerosa nación cuyo ejército además consistía en el pueblo en armas de forma que aunque a diario hiciéramos gran matanza ,cada combatiente enemigo recién caído era de inmediato sustituido por otro o por anciano o por mujer o por niño .Lo cierto era que perdíamos soldados a racimos.
Ya ,a la noche ,en el campamento ,se levantaba la murmuración y para atajarla había sido reforzada la vigilancia militar ,de manera que un veterano en diez campañas cargado de vino y por hablar mas de la cuenta podía ,al día siguiente ,encontrarse en el puesto de combate de mas esfuerzo o simplemente colgando de una cruz .
Los hechos eran claros ,nuestra legión debería retirarse quizá hasta Bastión III y fuertes allí esperar el refuerzo de otro contingente .A partir de ese momento la campaña sería cosa sencilla .Mas el general ambicioso y soberbio quería engarzar tal rubí en su propia corona ,pero la realidad se impuso ,al final se dio la orden de retroceder a posiciones mas seguras y habría de ser al amanecer .
Fue la tarde anterior al repliegue cuando Hansen me abordó .Era un legionario con el que había luchado en tres campañas y aunque habíamos combatido juntos y juntos habíamos participado en suculentos pillajes no compartíamos gran cosa ni siquiera las palabras .
Me dijo que presentía funesta para él aquella noche y que habiéndole correspondido un turno de la guardia temía no volver a ver la mañana .Añadió que llegado a Bastión III era para él muy importante resolver allí ciertos asuntos .No aclaró si pretendía satisfacer una venganza o saldar una deuda o quien sabe ...
Insinuó que aún siendo las guardias muy movidas me consideraba hombre a quien ,no sabía porqué ,se le podían formular ciertas peticiones .Yo le pregunte que ,dado el peligro de las guardias , como me compensaría en el caso de que en esa misma noche yo hallara la muerte .
Después de un breve silencio exclamó que nada podía ofrecerme pero si yo superaba la noche él Hansen prometía servirme para siempre de esclavo o de criado .Contesté que yo pertenecía a la plebe y que cierta clase de plebe no miraba bien a los criados ni a los que poseían esclavos de modo que acepté sin pedir nada a cambio ,porque los hombres desesperados sabemos ser generosos .Así y todo pedí y obtuve su ración de vino .
La noche transcurrió sin novedad ,es decir hubo muertos en la guardia ,mas no yo entre ellos .A la aurora nos retiramos ordenadamente hasta Bastión III donde ,ya seguros ,se nos unieron nada menos que las legiones quinta y vigésimo tercera .
Encontré a Hansen solo una vez ,quien al uso de los hombres que hablan poco farfulló unas palabras que querían ser de agradecimiento ,también aquel día reclamé su ración de vino .
Y terminó la campaña ,el territorio quedó “completamente pacificado” .Mas tarde una compañía de honores desfiló ante el emperador allá en la metrópoli .Todos los hombres iban laureados con corona llevando uncidos a los carros a los pocos notables bárbaros que habían sobrevivido y algunos mas disfrazados de notables o disfrazados de bárbaros.
Fríamente fue recibido el ambicioso general y puesto que regresaba como fracasado lo esperaba un oscuro destino provinciano pero como además era soberbio pronto se haría indeseable hallando al poco la muerte en un burdel indescriptible .
Solicité ,aprovechando la gran concentración de soldados ,la licencia absoluta que me fue concedida y desde entonces sin una moneda en la bolsa ando dando tumbos como ex -legionario vagabundo por todos los confines del imperio .Y así llegué a Ortona donde no me fue difícil alzarme con el ídolo de oro al que se rinde culto en un templo de los muchos que pueden verse por todas las ciudades .Pero también fue sencillo mi prendimiento con el objeto robado por lo que dispusieron mi lapidación .
Los ortoniatas son gente práctica y en el caso de forasteros siempre escogen la lapidación como pena ,aún en casos leves ,pues se hace honor a la justicia al tiempo que se complace a la plebe sabido como es que disfruta grandemente con este tipo de espectáculos .
De esa forma me vi ,misérrimo y aterrado en el fondo de un barranco formado por un torrente seco viendo en lo alto a toda la chusma de Ortona preparada para gozar con el fin de mis andanzas .
Iba a dar el magistrado la orden del inicio de la fiesta cuando de entre todos se adelantó un hombre que declaró ser el autor del robo y por lo tanto el merecedor de la condena .
Las pruebas ,abrumadoramente ,pesaban contra mí ,los testigos era fiables y además había sido sorprendido con el ídolo robado pero la convicción y gravedad del extranjero eran tan firmes que al final fue creído por todos .
Solemne y en medio de un silencio impresionante bajó al torrente ,él mismo deshizo los nudos que herían mis muñecas y yo ,tembloroso y doliente ,al mirarlo ,reconocí a Hansen .
Entonces farfullé unas palabras que querían ser de agradecimiento y huí de aquel lugar ,recuperando la vida .Porque los hombres desesperados sabemos ser agradecidos
Así consta porque así fue soñado ..
|