EL VOLUBLE ENCADENADO



JORNADA MMIILV



Como se hallaba en el centro del altiplano pudimos verlo desde muy lejos ,pero dado que por el pedregal avanzábamos con gran dificultad llegamos junto a él casi al iniciarse el crepúsculo .

Crecía nuestro asombro a medida que nos acercábamos y ya a su lado vimos que era una extraña criatura negra y con ojos rojos como tizones encendidos .Pienso que se trataba de un demonio ,al menos así los he visto representados en diferentes lugares .

Aquella criatura se encontraba hincada ,aprisionada de la cintura para abajo en un pilar o basamento de mármol en el que se podía ver una inscripción grabada en caracteres extraños ,mas como formábamos grupo cosmopolita alguien pudo leer lo que sigue :

“Por soliviantar a los temerarios boreales”
“Por soliviantar a los temerarios australes”

La criatura ,membruda y de fortísimos brazos era además alada ,condición que agigantaba la sensación de su confinamiento .En distintas lenguas tratamos de hacernos entender .Queríamos saber quien era y porqué se encontraba en condición tan triste .Pero ignorando cualquier lengua aquel ser aullaba ,ladraba o prorrumpía en carcajadas estentóreas. También escupía y comprobamos además que sus salivazos provocaban dolorosas quemaduras .

Ora con odio infinito ora con desdén aquel diablo nos miraba con sus vivísimos ojos .Pero era tan voluble que también llegó a mirarnos con destellos de abierta simpatía .Todos estos aspavientos era acompañados de gran agitación de sus fuertes brazos así como de contorsiones de su tórax y ruidosos movimientos de sus alas ,también muy musculosas .

De cuando en cuando apoyando los codos en el pilar que era su cárcel quedaba pensativo ignorándonos y mirando con tedio el horizonte .

Recuerdo que el cielo no era una bóveda sino una plancha amarilla y candente .Recuerdo que todos notábamos algo discordante en aquel lance y que no era ni aquel diablo tan cruelmente castigado ,ni el cielo ,ni la llanura .

Cuando caímos en la cuenta de que lo discordante era su liviandad , hastiados e irritados por el calor o por su voluble conducta lo cosimos a lanzazos.

Porque así se soñó ,debe quedar constancia .