DESCANSO CCCICD

La muerte del paladín Talos.



De cierto no era bueno tan dilatado tiempo de holganza para la tropa .Aunque así lo exigía el invierno intentábamos que los soldados tuvieran en que emplearse.

Estos añorando los días en los que las victorias se sucedían y la campaña se deslizaba suavemente como carajo en su vaina, se entretenían en tontas disputas ,apuestas y lances que los llevaban al borde de la reyerta.

En ese ánimo tenso nos hallábamos todos ,incluso Talos ,el paladín ,quien abrumado por el tedio se dejaba conducir a estados de temor acuciado por lancinantes y ominosos presagios.

Al fin ocurrió lo inevitable, pues nadie se ofendía por los actos del héroe, nadie se hubiera atrevido a recoger de él un desafío , ninguno se sentía menospreciado ni por su superioridad ni herido por su lengua.

Y así fue. Hansen ,un simple soldado, un peón de ballesta, se sintió insultado por una alusión del guerrero. Aquel, sin meditar, sin transición, clavó una vara de fresno que tenía entre sus manos en el ojo derecho de éste y tan diestramente que la hundió una cuarta.

Entre alaridos murió Talos en dos días y lo enterramos con sus armas ya que no nos atrevimos a repartirlas .Mas tarde soldados iracundos o ebrios descuartizaron al peón. Por fortuna poco después continuaría la guerra.


O lo soñé o me lo contaron, pero así consta.