Todo comienza en un amanecer nublado y solo por las calles de Berhlo. Al despertarme con ojos medios abiertos me di cuenta que eran las 10:00 a.m. y no escuchar el tráfico de los carros y el ruido de las personas que siempre me levantan en las mañanas frías, decidí vestirme con lo primero que me topara y caminar un rato hasta encontrar un café cercano para poder organizar mis ideas.

Al mirar a la ventana observe a una mujer de cabello rojizo y ojos verdes intensos pasando al lado, pero con cierta confusión se desvió hacia el café donde me encontraba. La note un poco inquieta y llena de dolor, sólo por eso me le acerque y le pregunte si la podía ayudar, si sentía mal o si solo era un mal día para ella. Levantó su cara y ordenó dos cafés, pidió que me quedase con ella porque tenía una historia muy interesante.

Asentí con la cabeza y le pregunte si era de Berhlo, en instantes llegó el mesonero sirviendo los dos cafés y ella respondió. Me llamo Tamara no soy de Berhlo ni de este mundo, he venido en busca de alguien atento e inteligente capaz de entender y memorizar todo lo que pueda contar.

Mi asombro fue aumentando cada vez mas, enseguida saque mi grabadora del bolso y puse mucha atención.

- Tamara dijo: Me he dado cuenta que aquí en Berhlo las personas no son iguales que en mi mundo, que algunos sentimientos no son controlados ni mejorados y eso me tiene de cierto modo triste y confundida…

…Te cuento que en el mundo donde yo vivo solo existe la alegría, paz y mucha paciencia e inteligencia, casi todos los que habitamos en Akham somos científicos, filósofos o grandes personas que solo merecíamos vivir en otro mundo como mi caso. Nuestra religión es una sola y existe libertad de expresión, una manera de como todos los habitantes de Akham podemos opinar para bien sin errores ni equivocaciones.

¿ Me quiere decir que en nuestro mundo o Berhlo no se cumple nada de eso que dice? ¡Pues no!, Responde Tamara, caminaba confundida por que al cruzar la calle observe que un ciego atravesaba sin ayuda, observe que una madre le golpeaba a su hijo sin dar explicaciones y eso me mantuvo en shock por 3 segundos hasta encontrar el lugar indicado para poder olvidar ese momento.



Significa que me encontró a mí, es decir, ¿Que eso es buena señal?

No lo creo mi amiga, respondió Tamara, Usted se acerco a mí con intensiones de ayudarme pero a la vez con saber que me pasaba y eso se llama curiosidad, chismear, saber que pasa en la vida personal de la persona sin agradecer ni rechazar nada. Así que Usted es igual que todas las personas que habitan este mundo.

Solo le cuento de donde vengo porque quiero saber hasta que punto puede llegar su inteligencia y razonamiento, por los momentos no me ha mostrado nada, solo asombro y pena ajena.

Y solo yo la escucho por que se hacerlo, porque como dijo anteriormente, usted opina y yo opino, ¿razonable no? Para usted, solo para usted. Así que le agradezco que de esta historia aprenda algo para su mundo y conviva como lo mereció desde que nació.

Tamara se retira de la mesa y para finalizar el encuentro mira con sus ojos intensos y fríos por un momento. Solo dice… ¡Piénselo! Sale del café y se pierde entre las personas y el ruido descontrolable que había al medio día 12:00 p.m.