En los pasados 15 años, el cine americano ha redundado en refritos y películas que carecen de calor humano. Aún películas que pretenden concientizar a la audiencia sobre temas sociales carecen de personajes tridimensionales y reales. Es por eso que un filme como “L.I.E.” luce como un oasis en medio de un desierto de películas huecas y superficiales. “L.I.E.” es un filme americano independiente de bajo presupuesto, algo que se hace obvio cuando uno ve el mismo. Pero eso no afecta la calidad de este magnifico filme. Lo que realmente hace esta película admirable es la forma en que el controversial tema planteado es desarrollado. Aquí no tenemos a la típica película “hollywoodense” en la que individuos cuyo comportamientos son desaprobados por la sociedad son presentados como criminales o fenómenos anormales los cuales hay que desechar. Big John, el “villano” de “L.I.E.”, es presentado como un ser humano capaz de amar y tener sentimientos genuinos a pesar de que su “pasatiempo” es desaprobado por la sociedad y aún por nosotros como audiencia.
L.I.E. son las inciales para “Long Island Expressway”. La historia se desarrolla en un suburbio de Long Island, Nueva York. La primera escena de la película nos presenta a Howie, un jovencito de 15 años tambaleandose peligrosamente en un puente que cruza sobre el expreso que le da el título a la película. Oímos luego la voz de Howie mencionando a personas que han encontrado la muerte en dicho expreso. Entre ellos menciona a su madre, quien tragicamente perdió su vida en un accidente de carro. Esta primera secuencia así como las palabras de Howie preparan a uno como audiencia para lo que ha de venir.
Howie vive con su padre, un contratista quien esta siendo investigado por fraude. Incapaz de sobreponerse a la muerte de su esposa, este último se la pasa la mayor parte del tiempo con una mujerzuela, dandole poca atención a su hijo. Ante esta situación, Howie se la pasa cortando clases y acompañando a sus amigos a entrar en casas para robar. Uno de sus mejores amigos, Gary, lo invita una noche a entrar en la casa de un ex-marine llamado “Big John” Harrigan. Una vez allí, ambos roban unos revolveres de Big John. Cuando se da cuenta de lo que ha sucedido, éste se dedica a buscar a los responsables del robo. Es en este punto de la película que los secretos de Gary son revelados. Gary ha estado llevando una doble vida. En frente de Howie y sus amigos, él es un joven más. Pero cuando no esta con ellos, Gary se dedica a la prostitución masculina, entregándose a los placeres con hombres mayores a cambio de dinero.
Por mediación de Gary, Big John entra en contacto con Howie a quien amenaza de formularle cargos si no devuelve sus preciados revolveres. Cuando finalmente Howie entra a la casa de Big John, descubrimos que este último tiene sus secretos. Detras de esa respetable figura de ex-marine, Big John oculta su pasión y atracción sexual por muchachos adolescentes. De hecho, descubrimos que convive con Scotty, un joven de unos 18 años. En ese primer encuentro, Big John trata de seducir a Howie, quien se encuentra lidiando con sus preferencias sexuales (el filme insinúa que Howie es gay y que tiene cierto interés en Gary). Pero ese intento es interrumpido por una llamada telefónica de parte de la madre de Big John. De aquí en adelante, surge una extraña pero honesta amistad entre el joven y el pedófilo. Howie encuentra compañia y una figura paterna en la persona de Big John. Por su parte, éste ve en Howie un hijo. Cuando finalmente el padre de Howie es arrestado y puesto en prisión federal, Big John le ofrece albergue en su residencia.
Aunque no es perfecto (el final es un desastre), “L.I.E.” es un filme americano muy superior al producto corriente. Tiene la valentía de tocar un tema tan controversial como lo es la pedofilia de una manera objetiva y evitando en todo momento el juzgar a los personajes y sus acciones. Howie es un chico que ha incurrido en cortar clases para ir a robar debido a la situación caótica de su hogar. Pero en el fondo, es un buen chico. Posee una sensibilidad que canaliza a traves de la poesía, algo que tiene en común con Big John.
El personaje de Big John merece mención aparte. Big John es respetado en la sociedad, tiene buena reputación. La primera vez que lo vemos (la noche que es robado), Big John se encuentra con amigos y familiares en su hogar celebrando su cumpleaños. No podemos decir mucho de él, excepto el hecho de que ama profundamente a su anciana madre y que es un poco brusco con Scotty. Las próximas escenas en la que Big John aparece tampoco dan una idea de la clase de persona que es. No tenemos ni la más remota idea de que él es un pedófilo. De hecho, se comporta como un “macho man”, el timbre de su hogar tiene la tonada del lema de la Marina de los Estados Unidos. No es hasta que ocurre el encuentro entre él y Howie que nos percatamos de lo que es.
La película no pasa juicio al personaje. Por el contrario, presenta el conflicto que existe en el interior de este hombre. Consideremos el encuentro entre Howie y Big John en la casa de este último. En ese encuentro, Big John le enseña a Howie una película en la que una mujer tiene sexo oral con un hombre. Mientras pone su mano sobre las piernas de Howie, Big John comienza a hablarle sobre el sexo oral y como él es un experto en esa práctica. Vemos reflejado en su rostro sus perversas intenciones. De momento, el teléfono comienza a timbrar. Big John trata de ignorarlo pero su rostro cambia totalmente cuando escucha la dulce voz de su anciana madre en el contestador de llamadas. Después de que Howie abandona el lugar, Scotty le comenta a Big John: “Deberías estar avergonzado.” A esto, Big John responde: “Lo estoy. Siempre lo estaré.”
Otra escena que refleja este conflicto ocurre casi al final. Big John lleva a Howie a la prisión federal para ver a su padre. Tras dejarlo frente a la misma, Big John se va en su carro escuchado y entonando el lema de la Marina. Su tono de voz y su rostro reflejan orgullo. Orgullo de haber servido a la Marina, orgullo de haberle brindado albergue a Howie, de haber hecho la diferencia en él. Pero segundos después, su rostro comienza a cambiar paulatinamente. Finalmente vemos como estaciona su auto frente a un lugar frecuentado por jovenes que se dedican a la prostitución. Vemos como su orgullo y sus buenas intenciones son derrotadas por sus pasiones.
El personaje de Big John presenta un contraste entre lo que la sociedad piensa y lo que es la realidad. Pedófilos como él son considerados perversos, viles e inmorales, dignos de ser colgados o quemados en la hoguera. Sin embargo, Big John no es presentado como un mounstruo o una amenaza. El es un ser humano como cualquier otro. Trata de vivir una vida común y normal. Tiene buenos sentimientos y esta en la mejor disposición de ayudar. Pero sus buenas intenciones se encuentran en conflicto con sus pasiones y debilidades. Aún cuando desaprobamos lo que hace, no podemos evitar sentir empatía por él. Según su amistad con Howie crece, Big John va cambiando internamente. Cuando Howie se encuentra listo para entregarse a lo que piensa es el próximo paso en su relación, Big John rechaza su oferta. “Esto no se trata solamente de sexo”, comenta Big John.
El filme plantea ciertas interrogantes referentes a las relaciones entre adultos y menores. ¿Es verdaderamente inapropiado que un adolescente y un adulto sostengan una relación íntima y romántica? ¿A qué edad un joven está claro de sus preferencias sexuales y, en especial, está preparado para decidir a quién debe amar y con quién debe acostarse? ¿Hasta que punto es el adolescente la víctima? Howie es un joven que a su edad aún se encuentra tratando de lidiar con su identidad sexual. Hasta cierto punto, él es ingenuo. Pero tanto él como Gary conocen muy bien lo que es el sexo. Ambos son capaces de tomar decisiones tocante a su sexualidad y asumir responsabilidades. Gary ofrece su cuerpo a hombres mayores a cambio de dinero. En un punto de su relación con Big John, es Howie quien se convierte en el seductor.
“L.I.E.” es sin lugar a dudas un filme admirable, en ocasiones deprimente y perturbante. Está muy lejos de ser la típica película de Hollywood. No tiene espectaculares imagenes ni sonido ensordecedor ni efectos especiales. Pero si tiene personajes humanos y reales. Cuenta la historia de manera sencilla pero directa. Las actuaciones son naturales. Por momentos, da la impresión de que uno esta viendo un video casero o un documental. Este no es un filme para todos los gustos. Es altamente recomendable para personas que tienen mente abierta y que disfrutan de películas poco convencionales.
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