A veces cuesta entenderlo. Mas bien aún no lo entiendo. Las cosas resultan de manera extraña a veces.
Uno siempre cree tener el control sobre sus acciones y las cosas que lo rodean, pero hay ocasiones en que podemos ver claramente, lo falso de esa idea.
Por ejemplo, ¿puedes recordar qué fué lo que respondiste, cuando te preguntaron como sería tu pareja ideal? Y si lo recuerdas, ¿lo haz cumplido?.
Lo mas Seguro es que tus respuestas serán si y no, porque seguramente recuerdas lo que quisiste para ti, pero difícilmente la persona que tienes a tu lado es la que quisiste tener, pero ahí esta. Estas con ella y no tienes intención de cambiar.

¿Qué nos dice todo esto?, Que todo es relativo, y que nuestro destino lo rigen muchas más cosas que nuestro simple deseo de algo. Que nos vamos adaptando poco a poco a lo que nos sucede y que nuestra idea original se va diluyendo frente a lo que nos toca vivir.

¿Que?
¿Qué, que tiene que ver contigo? Ya verás a eso iba. No seas impaciente.

El asunto es, que cada día me pregunto que me pasó, porque llegue hasta acá. Y aún no logro resolverlo. Sé lo que quería lograr, pero nunca fue nada parecido a esto. No me malentiendas, no me estoy quejando. Solo expongo los puntos.
Bueno, yo creo que todo nació el día que te sentaste junto a mí en la universidad. Yo ya te había visto antes en clases pero solo de lejos, como alguien más solamente. Pero ese día cambio muchas de mis prioridades. ¿No lo recuerdas?, No te creo. Pero no importa, eso no es lo principal.
Te recuerdo perfectamente ese día, recuerdo que tu perfume me inundaba, entraba por todos mis sentidos. No exagero, lo que pasa es que no sólo sentía su olor, sino su textura, me acariciaba, era como sentir el perfume en uno de esos chalecos de polar que tu tienes, ¿me entiendes? ¿no?, Es que, era eso. Podía olerlo y además sentía su calidez y suavidad. Era como restregarlo delicadamente por mi cara sintiendo la suavidad de la tela, su calidez y su perfume, todo al mismo tiempo, y muy femenino además. ¿Ahora lo entiendes?, Si es lo mismo que tu haces con mi ropa antes del lavado, ¿Qué como lo sé?, Pues te he visto, no ha sido a propósito, pero lo he hecho, y me agradó descubrirlo por cierto. Andabas con el pelo recogido en una cola, con pantalones negros de tela y un polerón negro también, demasiado abrigado para el verano, recuerdo que pensé.
Después supe que desde ahí te ibas a trabajar hasta la mañana siguiente, por eso tanto abrigo. Desde ese mismo instante supe que quería estar contigo, pero las cosas nunca se dieron solas.
Luego vinieron mis problemas en casa y mi salida de ella al departamento en huérfanos. ¿Lo recuerdas? Si, fue en junio. Hace 4 años de eso. Hace unos días saque la cuenta, llevo varios días en esto. En tratar de entender. Sí, sí. Deja que te cuente bien, para que puedas entenderme.

Ese año tu desapareciste de la U. Y renunciaste a tu trabajo, nadie supo mas de ti. En vano pregunte por ti y donde podía encontrarte, pero nada pude averiguar.
Yo por mi lado ya había conocido al Eduardo y compartíamos el departamento, ya sabes, compartíamos gastos y demás. Yo creo que habían pasado poco más de 2 años de eso cuando reapareciste. Y no fue el que reaparecieras lo que me sorprendió, sino que reaparecieras como pareja de Eduardo, y en mi propio departamento, yo sé que él te hablo de mí, y que al principio desconfiaste, pero también se que nunca me relacionaste con la universidad, y no fue hasta que me viste que te diste cuenta quien era yo.
También tengo claro que tu desconfianza desapareció al verme, hasta me lo dijiste ¿te acuerdas?, Sí. Yo también hubiese desconfiado, no te culpo.
Yo también tenia pareja en ese entonces, aunque siempre fue por fuera y ustedes nunca las conocieron, no sé porque, pero nunca quise que entraran en mi casa, ni antes de tu aparición y mucho menos después.

Entonces se desató todo, llegaste de nuevo y te metiste en mi cabeza otra vez.
¿Como?... Si, tengo claro que no fue tu intención, fue algo incontrolable, lo sé.
Pero yo luché contra eso, no quería hacerlo, no quería traicionar al Eduardo. Era como mi hermano, no podía hacerle eso. Y sé que tu tampoco querías.
Y la única forma de evitarlo fue alejarme de ti, tratar de evitarte. Pero nunca pense que al hacerlo te estaría provocando más. No creí que con eso despertaría tus sentimientos, al contrario, yo creía que con eso apagaría los míos. Pero ya ves, no fue así.
Ese año fue terrible, verte con él era un martirio, y tu además buscándome, lo que me halagaba, pero a la vez me hacia sentir muy mal por todo. ¿Que?!!, No!, No te estoy culpando!, Ya te dije antes, solo expongo la situación.
Es cierto, fue terrible. Fue terrible y maravilloso a la vez. Terrible por Eduardo, y maravilloso por ti. Siempre quise tenerte, pero nunca a costa de alguien más.
Bueno, y se nos vino el problema encima, aquí estamos los tres en este triángulo disparejo, y por mucho que a otras personas les parezca excitante, la verdad creo que no lo es en absoluto. Yo hice muchas cosas para evitarlo, lo sabes, no es la primera vez que hablamos del tema, pero al final todos los caminos nos trajeron acá de igual manera.
Finalmente lo que quiero decirte es que te amo, de verdad te amo, y tenemos que buscar la forma de salir de esta situación. Debemos buscar la forma de sacar a Eduardo de este triángulo y de contarle a tu familia y a la mía lo que sucede. Sé que no será fácil, en nuestra situación nunca lo es. Pero creo que con todo, podremos hacerlo. Te amo ¿lo sabias?…
Entonces, si ya estamos de acuerdo, solo debemos actuar, lo primero que debemos hacer es hablar con tu madre y la mía, juntas es lo ideal. Si quieres vamos a buscar a tu mamá primero y luego a la mía y les contamos todo en algún café del centro. Luego de eso, de vuelta en casa hablaremos con Eduardo, ¿de acuerdo? Ok. Vamos.

Hey! Camila!, Antes que entres a la ducha, ¿podrías prestarme tus zapatos azules?, Combinan mejor con mi falda…. Gracias.