Soy un lago, de aguas antes dulces
Hoy agrias, los seres dependientes del liquido
Y la vida, han rehusado beberme
Han llorado el marchitar de mis lirios,
Han maldecido el morir de mi amor,
Han odiado mi silencio sin alegria,
Han recordado la anterior quietud acuosa,
Amorosa, benigna, generosa,
Y se han ido, se han ido
Los que no quisieron morir conmigo.
De su deuda filial se han despojado,
Y buscando nueva simbiosis me han dejado.
Los que quedarse han preferido,
Extensa pero suave agonia han hallado,
En largo sueño de la vida han desaparecido,
En un profundo letargo han expirado.
Mas lejos, mas alla’ de mi agonia,
Pequeños bosques lozanos se han acercado
Para reclamar este territorio,
que cuando muera habre’ dejado.
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