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Hoy me di cuenta de que aún no pierdo la capacidad de asombro. ¿Será ingenuo de mi parte conmoverme con detalles tan pequeños? Como por ejemplo: Jamás me había fijado en lo bellos que son los círculos concéntricos de las ondas de propagación por el agua (entiéndase por las circunferencias que se forman al caer una gota de agua en una poza). Es que hoy llovió. Recordé que me gusta sentir el crujido de las hojas secas en otoño al pisarlas. Cuando niña lo hacía a propósito; más de alguna vez me devolví a pisar alguna que sin querer se había quedado intacta tras mis pasos.
¿Haz visto las infinitas formas que tiene el humo?, El humo de cigarrillo es bonito... y pensar que hasta hace poco me pensaba “inasombrable”. Pensé que todo lo malo que me ha sucedido, me había congelado las emociones. Que bonita sensación es saber que aún siento, que todavía no puedo evitar pasar mis dedos por las hojas mojadas con el rocío de la mañana las plantas del jardín, que aún caen lágrimas de mis ojos cuando veo algún ser humano desprotegido, a algún indigente temblando de frío, imaginando un plato de sopa caliente entre sus manos... ¡Dios, qué dolor siente mi alma!. No sé si es dolor, pero algo siento con estas pequeñas cosas. Detalles insignificantes que al hombre común le son indiferentes.
Aún por las noches me detengo a oír el sonido de las hojas de los árboles que danzan al ritmo del raco (viento cálido que corre a una velocidad mayor que el de la ciudad)
¿Qué me está pasando? ¿Acaso mi positivismo perdido está volviendo a su origen? ¿Es que acaso la falta de sentir cosas por otras personas me hace sentir emociones por las bellas y pequeñas cosas que puso Dios en este acabado planeta?...¿o las puso sólo bajo mis ojos?...
Cosas que me asombran:
- La suavidad y delicadeza con que caen las hojas secas de los árboles en otoño (razón por la cual es mi estación del año favorita)
- La supervivencia frente a situaciones adversas de los perros callejeros (su mejor desayuno: un pañal sucio)
- Lo abstracto e imaginable que puede llegar a ser el contemplar boca arriba las formas de las nubes en septiembre, además si le agregamos uno que otro volantín.
- Lo iluminado del mar por las noches, a esa hora en que solo las almas renunciantes de pasión se encuentran vagando por la arena.
¿Qué me está pasando?, Tal vez me estoy dando cuenta recién que estoy viva... y que estoy aquí.
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Texto agregado el 07-12-2005, y leído por 145
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Lectores Opinan |
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15-12-2005 |
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serían aproximadamente unos 26 años de letargo y sueño nada despreciables, pero un tanto catastróficos en consecuencias... t despiertas y zas!, tienes una vida hecho de esta forma y con tales y tales parámetros y posibilidades.... piénsalo bien, no quiero creer que acabas de despertar.... T quiero. Coronel |
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