Sabia que iba a pasar pero ya nada sé podía evitar, cierto es que algunos sueños se vuelven realidad, en cambio otros chocan de lleno en el muro frió del desengaño .
Recordó aquella fiesta de quince años donde la conoció, belleza prematura que afloraba a sus escasos 14 primaveras, pujante explosión de hormonas que transformaba a mil revoluciones el cuerpo de niña, podía ver en sus ojos negros azabaches el brillo del cambio, el misterio de la ninfa que desnudad se revela ante los ojos del fauno, desde ahí la amo con el silencio de los enamorados platónicos, con aquella certidumbre de su corazón también asaltado por la pubertad, sin embargo solo algo enturbio esos instantes sus pensamientos razone sociales que se interponían entre aquella vestal de ensueño y el, triste trovador d su belleza vespertina.
En la fiesta no solo la conoció de cara sino azuzado por la curiosidad casi periodística pregunto entre los mas allegados todo lo concerniente a su vida, Se llamaba Estela, su padre un rico empresario que habitaba en uno de esos complejos de habitaciones de lujo, estudiaba en un colegio privado en resumidas cuentas vislumbró a una niña que no le hacia falta nada. El sostenía su bandeja, mientras algunos invitados esperaban su servicio, se vio en el gran espejo que adornaba el salón de baile contemplando su humilde imagen enfundada en el típico uniforme de mesero y aparto tristemente la mirada.Pero el fuego que hizo arder su pecho aquella pasión incendiaria, le trajo a cuentas que nada era imposible y que esa noche conseguiría al menos unas palabras de ella. A veces el amor es una fuerza misteriosa que pone en el corazón del enamorado un poder místico que sorprende, aun, la opinión mas acerva delos críticos insensibles. No solo logro unas cuantas palabras, sino también varias amables y comedidas sonrisas, un apretón divino de manos y lo mejor su correo electrónico, no sorprende que la fría tecnología sea un mágico puente de hadas que comunica a los sentimientos y los pluraliza. Así a partir de esa fecha se enfrasco en una aventura de ensueño, era santa la hora fijada para conversar por el msm y cada vez mas se expandía esa línea imaginaria que separa la realidad de la fantasía.
Evoco aquellos recuerdos y no dejo de sentirse más triste y a pesar que en sus labios luchaba una sonrisa, podía percibirse en sus pupilas el titilar distante como el de una estrella que en lugar de luz derrama lagrimas.-Por que seguí adelante?-se preguntaba, pero el pasado es inevitable, la hoja desprendida de un árbol cuando toca el suelo no puede devolverse así lo que hacemos queda indeleblemente impasible como recuerdo sean tristes o no. Sus ojos arrasados por las lagrimas contemplaban una fotografía, la única cosa que lo conectaba directamente con su pasado recientemente muerto, una carta perfumada la cual había sido el puñal que cortara todo aquel maravilloso velo de ensueño que había forjado con amor e ilusión... pero era y fue solo eso... ilusión.

Después de meses de solaz comunicación electrónica, ella le había hecho llegar una pequeña fotografía, sacada subrepticiamente del álbum, solo para complacer una vehemente solicitud de el, solo basto recibirla para que la emoción explotara en su pecho y de pronto su humilde habitación se lleno de la luz resplandeciente de la esperanza!! El amor cuando entra en tus venas, es como un rió caudaloso y violento que se desborda frenético y sin pausa, con esa impaciencia y ternuras violentas que ahogan con vanos espejismos e ilusiones a la pobre razón.
Aquella felicidad repentina ibase a transformar muy pronto en la premonición de un sufrimiento inevitable. Estela sorprendida por su padre en uno de sus románticos chats con él, había recibido un ultimátum definitivo: se le obligaba a partir fuera del país sin que nadie supiera nada y lo mas lejos posible de aquel que ignorante suspiraba ante su foto, de hacer algún contacto se encargaría del pobre mesero, y esto estremeció el alma virgen de la niña que no quería causarle ningún daño a su amado. Fueron noches de lagrimas cuyos efluvios embriagadores se mezclaban con el olor de su pelo y su piel, aferrada a su diario, único confidente de su tristeza, arranco una de sus paginas perfumadas y escribió, con la vehemencia del dolor compartido pero con la certeza de no poder cambiar en nada la situación, escribió con amargura pero resignada, y en el fondo ocultando su dolor para que no supiera nunca sus verdaderos motivos. Ya no volvería a verlo al menos por mucho tiempo, cuando la s exánimes columnas que sostenían su amor e ilusiones no soportaran el peso de la distancia y acabaran derrumbándose dejando solo las ruinas de heridas y recuerdos. A el no saber nada de ella lo lleno de ansiedad fue presa fácil del nervio y la desesperación y acabaron por llevarlo casi en estado febril a deambular por los portones de la casa atisbando celosamente creyendo ver en cada sombra, cada movimiento fuera producido por su amada. Pero inútil esfuerzo, se imagino que la vida el había dado un giro completo y lo dejaba en el punto aquel que se miro en el espejo, pero de ahí retomaba los ánimos y pasaba horas pagando Internet, escribiendo mensajes, enviando postales pero no sabia lo inútil que era todo ya. Un día antes de partir, Estela salió por ultima vez al jardín su corazón aun triste pero resignado guardaba un aliento de ese amor primaveral entre sus latidos, paseando entre los rosales encontró al jardinero viejo confidente que la apreciaba con ternura, y sin palabras le entrego el sobre rosa con su inconfundible firma aquel anciano sin tiempo comprendió dejo a un lado sus herramientas y fue en busca de su encomienda. No fue difícil su cometido, muy cerca de la casa como atraído por una fuerza centrífuga caminaba sin rumbo absorto en único pensamiento en única persona. Sorprendido y sacado del letargo de sus reflexiones y dudas por el leve palmeo del anciano, no pudo contener la emoción expresando en sus gestos una infinita gratitud que se dejo notar por el efusivo abrazo y apretón de manos que por poco acaban con el pobre jardinero quien no deja de expresar en sus ojos acuosos un brillo de afecto y compasión pesar del bombardeo de preguntas el viejo se limito a entregar el sobre y poner la mano en el hombre del muchacho agregando solo una frase: -se fuerte- y se marcho dejándole el corazón acelerado al máximo sosteniendo en sus manos el delicado sobre que dejaba escapar aquel perfume secreto lleno de profundos significados. La realidad es una espina que devuelve la razón, siempre de la manera más dolorosa y sin embargo no logra de inmediato quitarnos los remanentes ilusorios de la fantasía.
Advirtiendo el terrible contenido camino varias cuadras para darse valor, poder leer lo que adentro pugnaba por ser leído, alcanzo a llegar a un parque cercano la tarde perezosa se recostaba en las sombras de los árboles y el cielo presagiaba con nubes oscuras una lluvia inminente, sentado, procuro serenarse reuniendo la fuerzas que se le escapaban de sus miembros pues las necesitaba para continuar. Lentamente abrió el sobre extrajo la pagina color rosa y húmeda del diario donde líneas de color azul pronosticaban a partir de ese momento el lento abandono al olvido y a la tristeza. Eso fue todo el cielo se oscureció al igual que el de sus esperanzas. Acaso no se lo habían advertido? ¿Quién mas de uno de sus compañeros le aconsejo no aferrarse a ese sueño?....Quien puede?-pregunto-quien es aquel que no dobla las rodillas ante su pasión de carne y hueso e idolátricamente sacrifica en un altar su corazón? Si hay alguien que no haya pasado nuca por esto, miente. Contemplando la foto sintió que era lo único que le sostenía como inapreciable tabla en ese mar turbulento del desengaño y la realidad. Había dejado de llover, un brillo lejano dejaba entrever un crepúsculo escarlata que teñía las nubes blancas, que tímidas se asomaban al poniente, estaba empapado al igual que la tierra, los árboles, las casas, pero la lluvia torrencial que se abatió en su alma arraso con todo dejándolo ingrimo con sus recuerdos, aferrado a una foto y al filo hiriente de una carta.
Volvió el mesero a su rutina, y la niña de fábula se perdió en los vericuetos de la clase social, con un sueño en los ojos cada vez que un mesero en alguna de esas reuniones sociales le ofrece gentilmente una copa, y el con la sastifaccion resignada de los desengañados, con el desencanto hiriente de la realidad descubre cada vez y cuando en las mismas fiestas el perfume inconfundible de su amada mezcla de lagrimas y soledad.