No podría decir que mi vida
se unió a la tuya, sin saber que llegaste
infinito fue el amor que te tuve,
infinito el deseo después...de marcharme.

No podría decir que el camino
bifurcado y anhelante que tuve,
se perdió después de haberte tenido
solo se que... debí de haber partido
cuando mi ser empezó a quererte.

¿El deseo venció a la dificultad platónica de amarte?
¿La costumbre se hizo parte de la soledad de ambos?
tal vez..pero acaso debo culparte?
No...fuiste flor y a la vez espina
y solo sé que no debí de haberme quedado
más tiempo del deseado.