Ella, tan sensual, se mueve para todos lados, deleitándonos con sus movimientos estéticos e hipnotizantes.
Ella, siempre fresca en el momento, se baña en un mar amarillento y espumoso. Todos la esperan con ansias, pero ella se toma su tiempo.
Luego ella, se seca al dar vueltas sobre aquella arenosa superficie. Todos la siguen esperando, esperando que venga a ellos.
Ella, ahora se vuelve a bañar, esta vez en una laguna espesa, densa y con un color amarillo cristalino. Ahora todos, la ven endurecerse con el tiempo, ahora si ya falta poco.
Ya llegó a ellos, los ojos de ellos la miran con ganas, en sus bocas se produce saliva al verla, se la quieren comer, a ella, la milanesa.
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