RICARDO ARGUELLO Y SU PASO POR HAEDO
Demás esta decir que la información que presento en este breve apunte puede considerarse apócrifa, ya que la fuente que me la transmitió no es lo que cualquier avezado periodista puede llamar “seria”.
Tras un llamado telefónico aprobatorio, estoy autorizado a difundir mi informe, excusándome de responder con mi palabra sobre la veracidad del mismo, ya que tras infructuosos intentos por encontrar las pruebas del mismo, no las pude hallar.
Mi fuente es don segundo Pereyra Montalbán, otrora vecino ilustre de la republica separatista de haedo, vocal segundo del partido “lealtad y cambio”, y luego chofer de colectivos de la línea 182.
Dicho vecino, instalado cómodamente en los bellos jardines del geriátrico “renacer”, ubicado en el cruce de la avenida Rivadavia y sui pacha, paso a relatarme los pormenores de una fugaz visita que el reconocido cineasta Ricardo arguello hizo a nuestra querida ciudad.
Corrían los tumultuosos años 70 cuando José Lascano, un acaudalado vecino propietario de la estación de servicios YPF de gaona y rosales y además, levantador de quiniela clandestina, se encontró en un grave compromiso.
Su única hija, Maria del carmen, cumplía 15 años, y como toda niña que pasa a ser señorita, quería una gran fiesta para agasajar a sus amigos y amigas, compañeras de la escuela de monjas elmina paz de gallo.
En esos tiempos, para José Lascano, hacer una fastuosa fiesta no era un problema insalvable.
Era totalmente solvente para cumplir con la requisitoria de tamaño emprendimiento, aunque su hija invitase a todo el colegio, incluidas las piadosas monjas que administraban el establecimiento.
José podía con esto, y mucho más y con el permiso de la directora de la nombrada escuela, arrendó las instalaciones para la fiesta de su hija.
Se impartieron 367 invitaciones para el 6 de agosto, citando a la gente a las 20:00 horas en el reconocido colegio de monjas.
Por uno de esos caprichos del destino, una tarde soleada en el trote de hurlingham, José Lascano, asiduo concurrente y aficionado a este deporte, cruzo sus pasos con los de Ricardo arguello.
Este se encontraba tratando de duplicar el presupuesto para un proyectado film sobre la vida de razzano, compañero inseparable de la primera época artística de Carlos Gardel. Arguello tenia una fija.
Un querido amigo le había pasado el dato:” aposta todo a un alazán muy compadrito, llamado busequita.”
Excitado por el noble equino y por la fuerte apuesta concretada, arguello sufrió como si de un estreno suyo se tratara, alentando al alazán.
Busequita entro anteúltimo, desmoronando los sueños de arguello, quien al grito de “me censuran¡¡” trato de cortarse las venas con el boleto perdedor.
José, cinéfilo de alma, reconoció al acongojado cineasta entre la multitud de apostadores, y trato denodadamente de detenerlo en tan entupida solución a sus penurias
Arguello no entraba en razón, hasta que, gracias a una oportuna invitación de una ginebra con papas fritas propuesta por Lascano, detuvo sus lamentos, clavando una dolorida mirada en su salvador.
“gracias” dijo y camino hacia el buffet, seguido por Lascano que aun conmovido por la triste imagen que se llevaba del cineasta, lo siguió dispuesto a cumplir su promesa.
Allí, arguello derribo el dique de sus sentimientos con el desconocido oyente y contó penas y fortunas del mundo del espectáculo, sus faraónicos proyectos truncos y sus vaivenes amorosos con estrellas del calibre de catalina speroni, edda Bustamante y una muy joven y prometedora moria casan.
-yo lo puedo ayudar amigo- le dijo Lascano, al ver que arguello tamborileaba nervioso con el boleto sobre la mesa- le propongo algo que le va a permitir financiar su película sobre razzano-
-¿Qué tengo que hacer?
Lascano dudo un instante, pero debía irse, y el no ya lo tenía.
Trataría de jugarse por un si que veía factible ante el desequilibrio de su compañero de vermouth.
-mi hija cumple 15 años y quiero que usted filme tan importante suceso para mi familia. A cambio, yo le pago el dinero que necesita para hacer su film.
Arguello clavo unos enrojecidos ojos, fruto de la tercera ginebra bebida, en su interlocutor.
-acepto- respondió sin cavilar-pero necesito tener una producción adecuada…yo no soy cualquier aficionado…soy Ricardo arguello-
A partir de ese momento comenzó la preproducción del acontecimiento a filmarse, y debido al poco tiempo que restaba para la fiesta, arguello tuvo que recorrer las instalaciones del colegio (lugar elegido para la fiesta) un día hábil, con el continuo cotorreo de alumnas y monjas estorbando su cuidado trabajo.
Eligio la ubicación de cámaras, en total 8, situándolas en lugares inimaginables para el ojo del aficionado.
La distribución fue la siguiente:
Cámara 1: pasillo del 1er piso
Cámara 2: “ “ 2do piso
Cámara 3 y 4: baños
Cámara 5 y 6: gran angular del patio
Cámara 7: cocina
Cámara 8: móvil
He dicho inimaginables para los aficionados, por lo excéntrico de su ubicación en dichos lugares; como ejemplo diré que las cámaras en los pasillos fueron montadas en estructuras colgantes que permitían al camarógrafo deslizarla en un riel ovoidal construidos especialmente para la ocasión en la herrería de angelis.
Nadie impidió a arguello trabajar a su manera, ya que los arrebatos histéricos del cineasta podían derrumbar cualquier intento de censura o prohibiciones.
Baste como ejemplo el altercado que tuvo el mismo con la hermana Paula, cuando esta sugirió que las cámaras en los baños atentaban contra la privacidad de los invitados.
Arguello, olvidando los hábitos de la hermana, espero a que esta se coloque de espaldas a el y sin miramientos le propino un zurdazo poderoso en el trasero, al grito de “la monja se va o me voy yo”.
Obviare muchos detalles escabrosos que en si, solo muestran la crisis que pasaba por esos momentos arguello, pero solo daré algunas muestras de las alteraciones de su vehemente personalidad, exacerbadas por el uso de barbitúricos que comenzaba a ingerir en esos tumultuosos años.
-trato de cambiar a la cumpleañera, ya que decía que esta no daba con el “fisic du rol” que el tenia en mente.
-al ver los atributos físicos de una de las primas de la agasajada, trato de seducirla para la filmacion de una escena de alto contenido erótico en el convento adyacente al salón. Desistió al comprobar que la señorita solo contaba con 13 años, y esto lo hubiese puesto en un grave problema con las autoridades, y con el padre de la niña, el boxeador retirado Edmundo pastor.
-intento filmar una escena onírica en el gimnasio de la escuela, en donde la cumpleañera debía correr semidesnuda por toda la pista atlética perseguida por un monstruo deforme que representaba a la infancia dejada atrás, siendo luego violada salvajemente por un linyera, que representaba el futuro oscuro que la aguardaba. Luego renunció al comprobar que no era buena idea.
Al llegar la gran noche, todo estaba listo.
Los camarógrafos en sus disimulados puestos, para no quitar el realismo que el director quería infringir a cada escena.
Los asistentes, vestidos de mozo, corrían por doquier, manteniendo iluminadas las zonas adonde transcurrirían las acciones preponderantes del film.
El asistente personal de arguello, con la cámara de mano que portaría el director, en un claro ejemplo de humildad hacia los camarógrafos, esperaba ansioso y algo pasado de copas.
Todo estaba listo.
La niña/mujer llego al salón, sonó la música, se comenzó con el bacanal y a las 3 horas del comienzo llego arguello, totalmente dopado, desaliñado y de mal humor.
José Lascano no noto la ausencia ni la llegada tarde del director, ya que el equipo de arguello filmaba sin parar cada escena que transcurría, sin tener indicaciones concretas de cuando detenerse o cuando seguir a algún invitado con el lente de su cámara.
Esto hizo que a la hora de comenzados los festejos, cámara 1, 3, 5,6 y 7 dejaran sus cámaras fijas en una ubicación, filmando un plano general, y los trabajadores se sumaran a la fiesta.
Arguello, conciente de su tardanza, primero trato de que todo vaya de nuevo. Es decir, detener la fiesta y que la cumpleañera ingrese de nuevo en el salón.
Juan Lascano, tío de la agasajada, recibió este pedido de propia boca del director.
-ANDALAPUTAQUETEPARIO¡¡-respondió soberbio, salpicando con restos de saliva y sidra el rostro de arguello.
Este no se amilano, y cámara en mano, por las dudas de que su pedido no sea contemplado, repitió el pedido a la esposa de Lascano.
Esta lo miro sorprendida y soltó una sonora carcajada, tomando al pedido como una chanza del director, pensando que este la quería filmar mostrando su más bello atributo: sus blancos dientes.
Arguello lo intento varias veces mas, produciendo el mismo efecto en sus interlocutores casuales, hasta que agotado, filmo lo que pudo, sin perder su ojo único, irrepetible, de cineasta reconocido internacionalmente.
La noche paso y los 89 carretes de cinta con sus 245 horas de filmacion partieron esa madrugada rumbo a la isla de edición rentada por Lascano para que, al cabo de 10 días, arguello le entregue el resultado.
Don segundo, mi fuente de la información que expongo, fue uno de los invitados al bacanal y recuerda que al director, al finalizar la fiesta, lo llevaron en brazos hasta un ford falcón spring con rumbo desconocido.
Lascano trato de comunicarse y busco a arguello durante largos 38 días, sin éxito.
Arguello había comenzado como tantos otros, un exilio involuntario que lo devolvió al país 2 años mas tarde.
En ese transcurrir del tiempo, Lascano falleció de improvisto, siendo su única hija la que trato de recuperar la filmacion de su cumpleaños.
Recién a los 26, ya sin esperanzas de recuperar nada de aquel film, una misteriosa caja llego a su hogar con una cinta vhs y una nota escueta firmada por arguello:
“siento lo de su padre, este es mi trabajo, vealo, es lo mejor que pude hacer: firmado Ricardo arguello”.
Solo la joven vio la cinta.
Trate de hallarla para corroborar mi informe, pero no pude dar con su paradero.
Un vecino me dio como pista que la joven vivía ahora en banfield, pero esto no lo pude confirmar, ya que los pocos familiares y asistentes a la fiesta, apenas lo recuerdan, y los pocos que así lo hacen lo recuerdan como “el mal parido que arruino a Maria del carmen Lascano”.
perdon rosendo,me tento don ricardo arguello |