Cada vez que me tocas siento que eres el interprete de mi cuerpo, así como si yo fuera aquella guitarra que descansa en un lugar cerca de tu cama...el cantar que sale de mi cuerpo son como las notas que le arrancas con aquel son que solo tu sabes... cada vez que recorres mi cuerpo este se amolda para convertirse en las curvas guitarrescas...esas que parecen un reloj de arena, esas que tanto te encienden...así como se tensan las cuerdas de aquella guitarra cuando las tocas, así mismo es como se tensa mi espalda...cuando mi cabello te envuelve en una trampa imposible de seducción momentánea es como cuando te fundes y vuelves uno con la misma guitarra...la melodía que formamos juntos es aquella que sirve de acompañamiento a la que le sacas a ella cuando la tocas pensando en mi...y es la conexión que logras con ella la que le da vida quitándomela a mi para que juntos vibren...desde lejos los veo brillar, sintiendo el picor de los celos cuando la veo cerca, cuando siento como la tocas, cuando escucho el maravilloso sonido que hacen juntos, pero cuando vuelves y me tocas diciéndome que tu instrumento preferido soy yo y que el sonido mas maravilloso es el de mi respiración por la mañana logro entender que ella y yo somos una unión simbiótica de amor...por lo menos hasta que cambies de guitarra...