Aquel día despertó muy asustado, demasiado. Tuvo una sensación muy extraña al mirar a su alrededor, todo estaba absolutamente oscuro, tranquilo…y se quedo acostado, pensativo, inseguro. De repente el ambiente se torno agresivo, sentía que todo se sacudía, pero aun no podía ver nada, pues la oscuridad prevalecía a su alrededor. Comenzó a abrazarlo un miedo que nunca antes había sentido, se aferro a su lecho, sin entender que horrible pesadilla estaba viviendo. Un pequeño haz de luz comenzó a filtrarse entre la profunda y aparentemente infinita oscuridad, y eso contrarío a alegrarlo lo preocupó aun más. Un instante después la pesadilla empezó a hacerse realidad. Sintió como unas manos le apretujaban la cabeza, e intentaban arrancarlo de su cómodo hogar. Desesperado intento luchar contra esas horribles manos, que parecían tener la fuerza de un gigante, se revolvía, pataleaba, y al ver que nada podía lograr, finalmente se dejo llevar… en el momento en que sintió que ya no estaba en su cómodo y acogedor lecho, decidió abrir los ojos para observar lo que sucedía. Enseguida pudo comprobar que había sido arrastrado hacía esa pequeña luz que había visto momentos antes, solo que ahora era inmensa. Sintió que el aire era distinto, le costaba respirar, apenas podía ver, estaba mudo, completamente atónito…que horrible pesadilla es esta pensó… y comenzó a llorar con desespero cuando el hombre vestido de blanco que lo tenia agarrado por los pies, le dio unas palmadas en las nalgas.
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