Empapada en perfume llega y nos seduce,
todo lo malo renace en las sombras,
miro desde un rincón
y mis expectativas aumentan cada minuto,
no es ella quien me seduce,
ni las estrellas que tiene de acompañante,
es la adrenalina que despega
y el juego que desea que sigamos
bajo su manto de tibia noche.

Sigo el camino y estas sólo,
esperando,
como si las cartas hubieran anunciado mi venida.
Con cierta espontaneidad prendes un cigarro,
y tu vista clavada en la mía.

Fantaseo tus palabras.
Rozan mi piel como conociéndome desde siempre.
Me atrapan.
Me encienden.
Me hieren.
Me matan.
Amo la delicadeza de tu mirada
desnudando mi mente,
sacándome la careta,
mostrando que la debilidad es humana.
¿Por qué no entregarme a ella
si siempre me entrego a tus palabras?


*Una vez más dreamcatcher invitandome con sus sensuales palabras a reproducir mis pensamientos, sus palabras inspiran una parte de mi.