“Carlos Salvador Martínez, por orden del fiscal primero del circuito municipal, queda usted detenido -Salvador levantó lentamente la mirada y observó a los policías que se encontraban frente a él- por el presunto homicidio de Carmen...”.

“Carmen, si hasta ayer la amaba”, Salvador había dejado de escuchar al policía que leía los cargos en su contra, “Carmen... por donde se nos fue el amor”. Observó atónito alrededor, mientras los técnicos forenses empezaban sus pesquisas. Salvador parecía despertar de un sueño, se encontraba en otro mundo, se dejó conducir mansamente a la patrulla.

El día que la conoció en la cafetería, se veía preciosa, trabajaba de mesera, siempre sonriente. “Dígame señor en que le puedo servir...”, su sonrisa resplandecía, Carmen siempre alegre, siempre Carmen. La invitó a salir después de nueve devotos días de café a las nueve. “Será mucho atrevimiento invitarla a usted a salir”, Carmen siempre alegre, “Con tal de que no sea a tomar café”.

“En los casi tres años que lleva trabajando aquí nunca faltó un solo día”, el detective tomaba atenta nota, “me parece muy raro que hace casi dos semanas que no viene, ella no es así”. La desaparición de Carmen Aristizábal fue un caso muy sonado. Salvador tenía una semana y media de no ir a trabajar, el teniente Ramírez dirigió la investigación, siempre ha tenido olfato para estas cosas.

Ramírez estaba orgulloso el día que lo detuvo, le leyó los cargos en voz alta, Salvador se limitó a escuchar. Fue una discusión muy fuerte, su primera y única pelea, el tiró la comida contra la pared de la cocina.

La nota judicial del periódico decía: “Ante la multitud y la contundencia de las pruebas presentadas por la fiscalía, Carlos Salvador Martínez fue condenado a 28 años de prisión por el brutal homicidio y posterior desaparición de su esposa Carmen Aristizabal...”.

“En que le puedo servir...”, era una joven muy bonita, siempre sonriendo, había abandonado una vieja vida para comenzar de nuevo, lo había hecho sin dudarlo, ni siquiera había limpiado la mancha en la pared de la discusión del último día.