VENTANA A LA LOCURA
(y el secreto de las trenzas de colores)

Hubo un día en el que estando yo sentado en la estación sants, sin un céntimo en el bolsillo, sin nadie conocido y a 15 mil kilómetros de mi puta madre patria, que ni es mia ni es puta ni es madre ni es patria y mientras leía y divagaba entre los labios carnosos de philomene sus senos duritos, y su interminable cuello de locura frenesí y desenfreno, Charles Bukowski se acerco a mi disfrazado de pagina y botella de vodka en mano me dijo
“tranquilo muchacho, no desesperes
Todo individuo equilibrado esta totalmente loco”
Espero que sea cierto porque de lo contrario la siguiente historia no tiene ningún sentido.

Todo comenzó el jueves, aunque no estoy seguro, a quien le importa, teníamos un trabajo de espacio, paisaje natural una cosa de esas, así que yo coji mi maleta mi cámara mis cigarros, y me fui al bosque, camine sin sentido de un lado a otro subí, baje di vueltas, alo lejos en un recoveco del camino vi una casa abandonada me produjo muchísima curiosidad y fui asía allí.

La casa estaba vieja y sucia no tenia cortinas ni vidrios pero la habitación del fondo conservaba su puerta intacta salvo por un letrero pintado en rojo que decía:
“habitación del lobo estepario no entrar solo para locos” asiendo caso omiso golpee varias veces nadie contesto, no aguante la curiosidad gire el pomo y entre en la habitación. La habitación era totalmente blanca y tenía el techo demasiado alto ridículamente alto pero lo mas extraño es que en el suelo y justo en el centro había una ventana, una ventana que no daba a ningún sitio. Colgué mi cámara en mi hombro me aparte las trenzas de colores de la cara y me pare al borde de la ventana, vi unas manos infantiles asomarse y luego la cara de un niño que me resulto extrañamente familiar, se asomo a la ventana y lo miraba todo con los ojos abiertos de par en par, de repente se fijo en mi, su asombro aumento aun mas se quedo mudo, le pregunte quien era, de donde venia, que había al otro lado, le dije que no temiera que no le aria daño, el niño pareció no entenderme y salio corriendo

Todo el suceso me dejo pensando mucho y cada cierto tiempo tuve que volver a esa casa en el bosque, casi siempre había niños o niñas que se asomaban desde el otro lado de la ventana y lo contemplaban todo atónitos, pero a diferencia del primero ninguno paresia reconocerme, ninguno se fijaba en mi, no me escuchaban era como si yo fuera invisible o como si estuvieran buscando a otra persona, otras veces no había nadie al otro lado y yo me quedaba horas esperando a que algún niño viniera para preguntarle que había al otro lado pero nunca nadie me contesto.

Sin embargo la vida de la ventana me seguía pareciendo fascinante, y en esos días que uno quiere desaparecer del mundo no me importaba, yo tenia otra opción otro sitio tenia mi ventana, había otro mundo tras ella, todo lo que tenia que hacer era cruzarla
¿pero que había al otro lado? ¿y si una vez adentro no pudiera volver nunca?

Ayer fue un día de mierda uno de esos días que uno se da cuenta que toda la humanidad esta loca pero te señalan a ti porque necesitan un chivo expiatorio, ayer quise cambiar de vida, quise mandar a todos a tomar por el culo irme lejos y nunca mas recordar nada así que tome una decisión había llegado el momento, me iría al otro lado, Break On Through. Al llegar a la casa fui directo a la habitación, como tantas otras veces desobedecí el letrero me tumbe de panza y me puse a la altura de la ventana, tan pronto como mis manos tocaron el marco sentí como todo mi cuerpo rejuvenecía, vi mis manos tomar un aspecto infantil, por un momento dude pero la curiosidad fue mas fuerte y asome mi cara al otro lado, vi una habitación totalmente blanca con un techo ridículamente alto y un hombre joven parado en el borde del otro lado de la ventana, el hombre me pareció extrañamente familiar, tenia unas trenzas de colores y llevaba una cámara colgando del hombro, me pregunto quien era, de donde venia, que había de este lado de la ventana, me dijo que no temiera que no me aria daño pero a mi se me izo un nudo en la garganta y tuve que salir corriendo.