Vi alejarse al viento,
cuando reconoció que tus manos acarician
con más suavidad;
vi evaporarse el agua,
cuando comprendió que tus lágrimas
eran más transparentes, dulces y puras;
vi esconderse el sol,
cuando no pudo brillar mas que tú;
vi a Dios prescindir de ángeles,
cuando dijo que sólo bastaba contigo;
vi a las aves
que callaban sus cánticos
para oír tu acariciante voz;
vi al atardecer opacarse
al ver tu impactante hermosura
mientras lo contemplabas desde la playa;
vi a las abejas dejar de obrar,
cuando encontraron a alguien más dulce;
vi a las flores cerrarse avergonzadas,
bajo la sombra de tu presencia;
vi mi angustia,
cuando comprendí que mis letras más hermosas
no logran aún detallarte.

Kaluzza