Que intensa fue tu maldad
casi acabaste conmigo
aún me siento un mendigo
me agrediste sin piedad,
heriste mi dignidad
esto no me lo esperaba
porque ciego en ti confiaba..
en tus palabras creí,
y a pesar de mi edad,
con pasión te adoraba
pero en tu trampa caì.

Casi lograste matarme
pero no voy a morir,
tengo la fe de vivir
no vas a contaminarme,
lograré rearmarme
aún conservo mi virtud,
volveré a la plenitud
por que creo con fervor
que existe el genuino amor
y la honradez de actitud.

Al quien le quepa el sayo, que se lo ponga