(A EL AMO...GRACIAS POR TUS COMENTARIOS)
El partido era importante, pero no me podía concentrar, ella no aparecía y yo constantemente volteaba hacia la entrada del estadio.
Por fin el medio tiempo, ¿se habrá enfermado? Pero lo noche era tibia, me moría de ansias, hasta que vi en la puerta a su prima....corrí hacia ella, seguramente venia detrás.
--- Hola Zam, me saludo y yo, casi me sigo de frente, si no es que continuo diciendo.
---Mi prima ya se fue, pero te dejo esto y me extendió un sobre.
--- Me pido que lo leyeras solo y con calma, se dio la media vuelta y se fue...
No recuerdo si ganamos o perdimos, solo recuerdo que llegue a la casa y mis manos temblaban de la emoción, seguro me invita a ir a verla..me deja su teléfono...caray...
El sobre opuso resistencia, pero nada me podía detener.
--- Querido Zam, no quise decírtelo anoche, pero no podía volver a verte.
Quiero decirte que me diste una noche maravillosa, cuando vi tú mirada y tú sorpresa se convirtió en terror, al ver la muleta, por primera vez en mi vida me di cuenta que yo podía ayudar a alguien y no recibir ayuda...por eso acepte salir a bailar contigo.
Cuando bailábamos y en tu mirada había atención, dulzura y hasta ternura hacia la mujer y no la invalida, descubrí que podía bailar y disfrutar como cualquier mujer.
Cuando disminuiste el paso para continuar con nuestra platica, me di cuenta que yo podía hablar de mil cosas mas importantes que mi enfermedad, tú querías prolongar el momento y comprendí que podía retener a cualquier hombre, ¡me sentí tan feliz!
Y luego cuando al despedirnos sentí esa mirada tuya, tan entregada, recordé y perdóname por favor, la mirada que un hombre, que he amado toda la vida, me dirige cuando estoy con él y me hiciste comprender que el también me ama y no solo siente lastima por mi.
Lo amo, como te amare a ti toda la vida, pero ambos sabemos qué lo nuestro solo fue una noche maravillosa y él es parte de mi vida y espero ardientemente ser parte de la suya.
Nunca podrás entender esto totalmente, pero hoy...Dios me sonrió y gracias a ti me di cuenta.
Te quiero.
Ana Maria
Cerré la carta cuidadosamente ......
Hoy cuando me siento triste, y creo que Dios me olvido, abro la carta que me sé de memoria, pero siempre mi inspira este pensamiento:
Esa noche mi alma toco el cielo y mis labios besaron a un ángel, gracias Ana...gracias Ana Maria.
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