Por fin las nueve de la noche, y salí para el baile.
La noche estaba maravillosa, tibia y con un cielo estrellado, eso me hacia sentir todavía mejor, lo único lamentable es que los zapatos me apretaban un poco, pero solo del lado izquierdo, pero no podía desaprovechar la oferta, un zapato del siete y medio y el otro del ocho y medio, por solo 25 pesos, bendita equivocación del que se llevo el otro par impar me ahorro una buena cantidad, lamentablemente yo calzo del ocho.
El salón lucia hermoso, las luces hacían que esa vieja bodega, pareciera un foro de cine. Salude a varios amigos y me comprometí a tomar una copa después con ellos, cosa que nunca hacia, pues aún un tipo como yo, pensaba que a un baile se asistía con el fin de bailar y no de emborracharme.
Me dirigí a sacar a bailar a Elisa, que lucia muy atractiva y diría que hasta provocativa, aprovechando que Rodolfo su pareja había ido al baño.
Oye que bien bailas, y luces despampanante.
---¿Tu crees? Me dijo en forma coqueta y hasta provocativa.
Definitivamente, y aproveche un giro del baile para acercarme a su cuerpo, cosa que ella no rechazo. Espero que Rodolfo tenga diarrea pensé cuando sentí sus duras piernas contra las mías, cosa que me provoco una tremenda e impresionante reacción hormonal.
---¿Que llevas en la bolsa? me pregunto en forma inocente Elisa
¿Yo? Contesté tontamente no pudiendo ocultar la sorpresa que me produjo su pregunta, mas reponiéndome y tratando de guardar la compostura, le respondí; es que hoy cobre un dinero que me debían y por eso es el bulto.
---Fíjate que casualidad me dijo ella en tono distraído, Rodolfo también cobro un dinero, pero el cobro mucho mas que tú, pues su bulto es mucho, pero mucho mas grande.
Termino la pieza y con el animo totalmente caído, la acompañe a su mesa, al fin ni se veía tan bien.
Buscaba con quien bailar y recuperar un poco mi orgullo masculino, mortalmente herido, cuando vi pasar a Rodolfo todo sonriente, sentí lastima por él, pues seguramente el muy torpe ignoraba que su aparatito cuando fuera viejo, se le colgaría horriblemente. Este pensamiento me devolvió un poco el calor y el humor.
Ahí estaba mi amiga la de la tintorería, sentí que debía pagar esa deuda, camine decidido hacia el lugar donde se sentaba, total, que me pueden importar unos cuantos pisotones mas, sentí un cierto estremecimiento, cuando recordé aquella vez que baile con ella y después de varios pequeñas fallas en sus pasos, le pedí seriamente, Sí quieres súbete en mi otro pie y vamos a dar la vuelta al jardín.
Pero oh tremenda sorpresa en la mesa siguiente estaba la joven mas hermosa que yo hubiera visto, en mi vida, su sonrisa triste pero prometedora, sus cabellos suavemente dorados, sus ojos cafés que brillaban, ¡Dios por fin volteaste para donde estoy!
Pase cerca de mi amiga la de la tintorería y ella me siguió con la mirada, ya le pagaría otro día, pero su mirada algo me advirtió.
Salude y estire mi mano derecha hacia esa hermosa aparición.
¿Bailaría conmigo? Le pregunte lo mas caballerosamente que pude.
Un silencio se produjo, como lanzas de fuego en mi cuerpo, sentí las miradas de todos los ocupantes de la mesa.
---Yo no bailo señor.
Un corriente helada me recorrió la espalda, cuando junto a ella descubrí ......¡una muleta!
Levante lentamente la vista, todos me observaban, deseaba que la tierra se abriera y me tragara.
Mi vista se nublo, y trataba de hablar, pero algo me lo impedía, la cara me ardía, realmente no sabía que hacer.
Pe...ro...bu...eno..yo...
Mi mirada se encontró con la de ella, y note que una pequeña sonrisa aparecía en su bello rostro, cuando expreso.
---Pero lo intentare si usted lo hace despacio.
Claro...claro...dije totalmente turbado, mientras ella con cierta dificultad se incorporaba, yo estaba petrificado.
---Pero ayúdala, me ordeno una fuerte voz masculina, que después supe que era de su tío.
Estire la mano y empezamos a caminar con cierta dificultad hacia la pista, creo que yo caminaba mas rígido que ella, sentía que todo el salón estaba en silencio viéndonos.
La música tocaba suavemente, nunca podré olvidar esa pieza, era “el mar”
Empezamos a bailar, ella se manejaba con una agilidad que me sorprendió .
---Oye estamos bailando, relájate; me dijo con la sonrisa mas encantadora que había visto en mi vida.
La música hizo su efecto y pese a hacer unos cuantos pasos, ¡estábamos bailando!
Poco a poco mi tensión fue disminuyendo y empecé a disfrutar de la cercanía de esos ojos, de esa boca y de toda..toda ella.
---Sabes que nunca había bailado en publico, me comento
¿Si? Conteste....caray seguía hecho un estúpido.
Volvió a reír y me empezó a platicar....la noche se convirtió de una pesadilla al sueño por mi anhelado, estar con la mujer mas hermosa del baile.
El reloj marco los tiempos, la noche se esfumo, no sé cuantas piezas bailamos, no se cuantos refrescos tomamos, no se cuantas tonterías dije, solo buscaba oír su risa, sus comentarios, Dios no solo volteaste hacia mi, sino hasta el sol sacaste a media noche.
La acompañe hasta el coche de sus tíos, que note hacia rato me habían dejado de ver con recelo y su prima hasta bromeó un poco conmigo.
¡No podía dejarla ir así!
Oye la noche esta preciosa y tus tíos viven a unas pocas cuadras de aquí, ¿que tal si te acompaño caminando?...Dios que diga que si y hasta dejo de tomar pepsi.
Ella volteo hacia sus tíos y ante la mirada de ellos, ¡aceptò!
Caminábamos en la noche, tomados del brazo, era tan grácil, tan tierna, sentía que volábamos, hasta mis zapatos, respetando el momento, dejaron de rechinar.
No puedo recordar exactamente de que platicamos, mas bien no podía entender, su voz ahora en ese silencio, sonaba a cristal, sonaba a poesía sonaba a...amor.
---No camines tan despacio rió ella, puedo caminar mas aprisa sin problemas, me sorprendió, pues inconscientemente cuando estábamos cerca de su casa, yo caminaba mas lentamente, con el fin de prolongar esas maravillosas sensaciones que ella me producía.
Su tío la esperaba, ella sonrió y girando hacia mi dijo:
---Gracias, fue una anoche maravillosa, gracias de nuevo.
Oye, mañana juego...te invito al campo, trataba de detener ..impedir...que ella se despidiera.
Su tío comprensivo, se metió a la casa y ella dijo...claro ahí estaré, antes de que me vaya a Torreón en la tarde.
---Me tomo del cabello y rozando suavemente mis labios me dijo...gracias primor.
Caminaba como dormido hacia la casa, faltaban tantas horas..pero...la volvería a ver...Dios no te distraigas por favor...aquí estoy todavía.
LA CONCLUSIÓN ESTA EN EL BAILE TERCERA PARTE Y ES MUY BREVE
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