Sin saberlo estoy en una lucha que puede terminar para ganar tu adicción.
Sin saberlo he entrado en un mundo oscuro y sin rejas, un mundo donde solo yo puedo gritar.
Sin saberlo he encontrado y me han encontrado penas igualmente absurdas e indiferentes a la muerte.
Sin saberlo te he metido en imágenes que solo un ciego puede ver.
Sin saberlo dibujé mi camino de regreso hacia una matriz soñada, una matriz inexistente, una matriz sin vida, una matriz de hombre…
Sin saberlo acaricié huesos muertos que caminaban por calles inundadas de sangre.
Sin saberlo he drogado ese sueño eterno.
Sin saberlo he matado incertidumbres llenas de aire.
Sin saberlo he atado manos que han de tocarme y raspar mi piel seca.
Sin saberlo he maquillado cicatrices que se abren cada vez que vuelvo a soñar.
Sin saberlo te he besado, donde el suicidio llega por ti y donde llega mi necesidad.
Sin saberlo he llenado vacíos inmensos, donde la memoria acariciaba la tragedia.
Sin saberlo ignoré llantos negros, como ríos que gritaban por las memorias de cadáveres olvidados.
Sin saberlo y sin seguir sabiendo soy un incierto...