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Y nuestras miradas se encontraron
dejando salir cada sentimiento
cada deseo que estaba preso
y fue ahi que tus manos tomaron las mias
temblorosas, pero sin miedo
y me llevaste a ese lugar tan soñado
que solo en sueños podia divisar.
En un lecho de inocencia e ingenuidad
me deje llevar por mis sentidos
y por la voz de mi corazón
que daba golpes contra mi pecho
rogando su libertad
sentenciando a mi razón.
Y en la intimidad de la noche
tus labios dibujaron mi contorno
recorriendo mi cuello
bajando por mi espalda
cruzando las fronteras
que jamas nadie traspaso
Y en un manto de caricias
de susurros al oido
de exploraciones de éxtasis
y complicidades de miradas
nuestros cuerpos se unieron
en una sola unidad
En nuestras piel quedaron las marcas
de una ternura sin condición
y en el aire flotando
la atmosfera de una gran pasión
y fue en la quietud de esa noche
donde el amor resurgio
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Texto agregado el 30-11-2005, y leído por 84
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