La luz brillante
de la lámpara del techo
sustituyendo el pálido reflejo
de esas sucias farolas
que tiñen de naranja sueños
nuestras noches

La televisión, escupiendo
cuatro o cinco palabras
entre colores estridentes,
su ultimo deseo,
volver al día siguiente.

Ese reloj de péndulo,
que va y viene
y que acompaña mis noches
frente al papel
¿Cuantos años tiene?
No importa
Mientras le de cuerda
seguirá haciéndome soñar
marcando su ritmo
en mi acelerado corazón

El silencio que se oculta
tras el péndulo y los bares
en todas las paredes,
repletas de cuadros,
de espejos,
que no se entienden
a estas horas de la noche.

La noche,
de nuevo tras mi ventana,
ese muro de cristal
que separa los sueños de la mañana.

El olor a nada,
el silencio de los libros
colocados por orden alfabético,
el caos de la ropa amontonada,
la foto de mis sobrinos en la playa,
un poema libre que divaga

¿Por que?
¡Porque vivo,
porque siento,
porque pienso,
porque escribo!
Porque en el fondo del alma
soy feliz existiendo