Hasta me duele la sonrisa de ser tan constante,
hasta mis ojos se cansan de irradiar totalidad.
Hasta el dolor y el cansancio se han vuelto deliciosos.
“Ahórrame el acuse del recibo,
estás vísperas son las del después.”
Y el acuse llegará pero sin enfados,
que el después no hace más que llenarme de ansia.
Que la amargura del antes valió toda la pena
sólo porque había un plan trazado
y, en él, estabas tú.
Texto agregado el 29-11-2005, y leído por 312
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Lectores Opinan
28-12-2005
genial es un escrito corto pero sustancioso... azuletereo