"¡Oh Virginidad, la gran olvidada!"
Emil Cioran
"She has the touch of Virginity"
Nathaniel Hawthorne
"Y haré de mi hogar el celibato"
Sor Juana Inés de la Cruz
I. En esa rara perla olvidada del cinematógrafo, "The sign of Chastity", H. Whites nos muestra con maestría y buen gusto la concatenación de hechos casi fantásticos que destapa una castidad fingida en un vecindario de Savannah. La trágica muerte de Evelyn, sine dubio, es la muerte del hombre, del ser humano.
II. Ya Pio XII nos alumbró: "El secreto más precioso del ser humano es su castidad". En el Primer libro de Corintios 7:8 San Pablo enuncia: "No obstante, digo a los célibes y a las viudas: Bien les está quedarse como yo". Resolvemos por tanto que la Virginidad es un secreto a voces, un mensaje que suena pero pocos aprehenden.
III. La novela europea del s. XIX edificó a esas dos grandes damas de la promiscuidad: Emma Bovary y Anita Ozores. Ambas fueron aniquiladas siglos antes por un solo verso de Teresa de Ávila.
IV. ¿Anna Karenina? Correcto, una mera aficionada, No así Tolstoi, superior a Flaubert, superior a Clarín. Tolstoi es gran pilar de la célibe Rusia, sin él no hay Rusia, no hay Kareninas, no hay nada.
V. Intuir como Lorca, que en la barba de Walt Whitman habitaban muchachos célibes, es la primera parte del camino que nos llevará a acampar en su hierba. La naturaleza como madre virgen, como reina, como gran dama. El bosque como metáfora de la Virginidad.
VI. El cuerpo inmaculado, el alma sin mancha. La carne como un límpido templo, el espíritu como libre ala. |