El sendero era vasto decidimos caminarlo a paso lento para que entraran todas las palabras. Tenía que ser de una vez sin silencios virtudes de ese diálogo. Y seguimos atenta miraba mis ojos yo los de ella nos dijimos esas cosas todo cierto éramos libres absolutamente incomparable ventaja para la verdad. Entre perfumes de primavera los términos cadenciosos iban tejiendo el futuro. La senda terminaba nuestros rostros sonrieron con ternura. Todo cierto éramos libres absolutamente incomparable ventaja para la verdad. Las manos se estrecharon y mi beso en su mejilla entre perfumes de primavera. ¡Fue así doloroso duro! Título: Sendero Nov.2005
Texto agregado el 28-11-2005, y leído por 229 visitantes. (3 votos)