No desperdicies tu dolor, cada segundo de sufrimiento debe hacerte màs fuerte para soportar el siguiente, para no volver a tropezar.
A veces nadie tiene la culpa , de nada vale lamentarse es solo este destino inimaginario el que nos arrastra a lugares impensados, solo èl tiene las respuestas, pero el destino es mudo y no va a responderte.
Suelta tu pasado, sujetarte a èl solo te servira para lastimar aùn màs tu herida, liberate de los sueños perdidos, el lamento es el desperdicio màs enfermo del tiempo que yo haya visto.
Recoje de las desdichas su fruto y cosecha algunos recuerdos, por que vivir es sumar momentos; aprovecha lo que tienes, las pequeñas oportunidades son del hoy, apoyate en tu gente que sabran sostenerte, acuestate al sol, disfruta la mùsica, mira a tus costados, abre los ojos a la vida y rescata su belleza. Sàlvate limpio y con tranquilidad de los propios errores, por que en este juego pierde el que màs acepta lo que tienta.
Elimina la ambiciòn de tu salud, esa enfermedad contagia al mundo con su egoismo y anda ensusiando de perversidad las calles de nuestro futuro.
No juzgues ni acompañez la venganza, una justicia màs real nunca deja de observarnos, ella juzga y domina las sentencias.
Estate atento, la locura de este universo es increiblemente adictiva a la fragilidad de nuestro maltratado cerebro.
Agustina |