Té acordas cuando me diste tu mano,
y dejaste entrar el amor.
Esa tarde cuando lloro el cielo, y las
estrellas dibujaron tu nombre.

Mi alma se llena con solo nombrarte,
Las mañanas son todas mías,
Llevare el sol a tu cama para que lo sientas en ella.
Vestiré de verde las flores, para que los árboles te celen.
Llorare mis manos por cada dolor tuyo.

El sabor especial que a mi vida le has dado, nunca sera olvidado.

Pero las rosas se marchitan y el otoño ha llegado.
Ya no hay primaveras para ese amor anhelado.

Creo que cuando encuentre lo que quería, mis manos lo han soltado.

Recuerda que las cosas una sola vez sienten, cuando ese fuego se apaga, ni la lava lo vuelve a reconstruir.




Divina mujer que ha dejado mi corazón estancado, en un regadío de flores tu mente has olvidado.
Tu recinto de respiros, ya el viento se ha llevado.
Tus ojos como farolas la noche a dejado, el sendero de tus labios ya no volverán a ser nombrados.

Contigo el cielo he bajado,
las nubes de algodón mi corazón han formado.

La noche con sol, el día albergó
La estrella más hermosa, es tu corazón latió
El día más lindo tu nombre dejo,
Al mar más lejano, ver mas allá.

Tus manos de seda, son mis despertar.
Tus besos lejanos, me hacen llorar.
Mi piel de lava, quema mi pesar.

No me dejes morir, yo contigo solo quiero vivir.