la mujer con la que disfrute de alocadas andandas sabanescas con mi simpatico amigo cabalgante, don ñafle de la mancha y su contumaz amigo (que se veia como si fueran dos) sancho cocos, me pego sus alocadas y virulentas enfermedades veneras, estrepitosas se hallan en mi zona pelvica los mas diversos invitados, invitando a la suciedad y podredumbe a darse un festin orgasmico, pasional.
rasco y rasco queriendo encontrar explicacion a tan maravilloso regalo de romanticas consecuencias..........
esta vez no me rasco los cocos por poetizar, sino de amor.