ESTOS BRAZOS QUE TE MECEN Y EL PECHO QUE TE ALIMENTA, NO SON DE QUIÉN TE DIÓ LA VIDA, SON DE QUIÉN CUIDA DE ELLA.
NO LLEGASTE EN UN CANASTITO AL UMBRAL DE MI PUERTA, PERO EN TUS OJITOS CRISTALINOS DE NIÑA BUENA, TRAÍAS TAN IMPREGNADA LA TRISTEZA, QUE NO PUDO MI ALMA ENTREGARSE A LA INDIFERENCIA. TE DÍ MI MANO, EXTENDISTE LA TUYA PEQUEÑA Y ME LLAMASTE MAMÁ CON TU VOZ DE COLIBRÍ TAN TIERNA, QUE AUNQUE NUNCA LO SOÑÉ SIQUIERA, DECIDÍ SER TU MADRE ESE DÍA, CONTRA VIENTOS Y MAREAS.
SIEMPRE PENSÉ QUE FUÉ DIOS QUIÉN ME ENCOMENDÓ ESTA TAREA Y QUE FUÉ SU INMENZO AMOR EL QUE NOS UNIÓ DE TAL MANERA, QUE NO IMPORTA QUE SEA LO QUE CORRE POR LAS VENAS; ERES MAS QUE MI SANGRE, ERES MI VIDA, MI DULCE NENA.
UN ANGEL QUE VINO AL MUNDO CON UN DISFRAZ DE POBREZA, PERO QUE TRAÍA EN SU ALMA LA MAYOR DE LAS RIQUEZAS.
ERES LA BONDAD EN CUERPO DE NIÑA, LA BELLEZA QUE SE MIRA Y TRASPASA LA MATERIA.
ERES MAESTRA DE FUERZA Y VALENTÍA
UN EJEMPLO, LUZ QUE ILUMINA MI VIDA.
MI PEQUEÑA MADRE , HIJA , MI MAYOR RIQUEZA. SÓLO CON MIRARTE MI CORAZÓN YA SE ALEGRA |