En su aniversario la familia quiso lo mejor. Y como estrenaría casa nueva, decidimos elegirle un granito acorde para el piso, junto a varios accesorios que le gustaría. Las paredes serían revocadas de color marfil, con dos ventanitas clericales en vitreau. Allí mismo contratamos operarios para realizar estos arreglos a la brevedad. De regreso, nos detuvimos en la florería del barrio, donde compramos un ramo de flores gigantesco a su nombre. Este homenaje sin dudas, no lo olvidaría...
Después de unos días, su morada había quedado a pedir de Dioses. Lugar en el que nunca dejaría de estar...

Ana Cecilia. ©