Es preciso.
Abrir los ojos
y encontrarme con tu nombre
todavía acurrucado y sonriente
en mis pupilas.
La facilidad de la sonrisa,
de la seriedad,
del estar al mismo nivel.
Del simple estar.
Es preciso.
El modo en el que sólo una palabra
logra detener el mundo
por segundos eternos.
La forma en que mi nombre
se vuelve dulce si sale de ti.
Las casualidades,
amadas casualidades
y con unos puntos más,
las causalidades.
Es preciso el habernos encontrado.
El entendernos.
El tú y yo.
Es preciso.
Texto agregado el 24-11-2005, y leído por 255
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