Y sentir el paso de tu cuerpo sobre
mis lagrimas ya cansadas,
torturadas esperando
un abrazo que las ahogue en calor,
que haga desaparecer ese rostro
de triste agonía
que frente al espejo no es más
que la noche eterna
acompañado de este frío invernal
que rosa mis huesos
y parte mi alma atormentada
llena de silencio,
silencio que consume mi corazón
lleno de amor que no te puede dar,
lleno de amor que sólo te doy
entre mis líneas
y entre esas horas que ya
no parecen avanzar.
Siento mi palpitar,
remece todo mi cuerpo debilitado
que cae a pedazos al escuchar tus suaves murmullos de inocencia,
entran en mi y quedan escritas,
esculpidos,
imborrables palabras no se olvidaran jamás,
pasará y pasará el agua por el río,
sus piedras correrán y se irán en su caminar…Tu no, no te iras,
eres y serás,
siempre lo serás…
aunque aquí este sufriendo
una y otra vez
mirando las hojas caer…