El creador,
aquel que corta nuestros estómagos con su bisturí.
Y logra sacarnos,
hasta el mismísimo aliento que suspiramos;
mientras la imaginación,
deja nuestras entrañas.
Es el zen mismo,
en sus máximas expresiones de belleza,
junto con la inteligencia.
Sólo es escencia dentro de nuestros corazones,
que nos domina, y nos da el don,
de crear, de amar, de sentir, de vivir.
Nos permite hacer un mundo paralelo.
El creador, proviene,
de sueños y pesadillas,
de odios y mentiras,
de la felicidad misma.
Es el maestro de maestros,
él lo es todo,
y todo lo es él.
Es el mar y el fuego.
Es el hombre y la mujer.
Es Dios y el Diablo.
¡Creador!,
es quien nos pinta y dibuja a su manera.
Nos escribe el guión,
y luego la actuamos,
en el escenario más grande e importante
jamás visto, ¡la vida!.
Y si se nos olvidan nuestras líneas,
seguimos adelante;
después de todo son sólo palabras.
Les regala a nuestras almas
la libertad.
Nos da la elección,
de ser los seres más extraños y únicos
en el universo;
cadenas, no tenemos.
Lleguemos a nuestra máxima expresión como personas.
|