Ahora mismo, abro mi ataúd, cargo con mi epitafio para cualquier parte, distante, lo suficientemente lejana como para poder huir de ti, pero lo suficientemente cercana como para reencontrarme con esa presencia absurda en medio de la historia de mi presencia. Qué puedo decir, tal vez repleta de orgullo, quizá cargada de dolor, como siempre embriagada por la melancolía, borracha de recuerdos, a la espera de la vida, a la espera de la muerte, de panacea siempre utópica, siempre lejana a ti, siempre ajena a tu mal ponderada presencia. Odio quizá, dolor de ver en el suelo ese dragón que por tantos años esculpí en las piedras, y que ahora se ve así, desmoronado, apagado, obsoleto, gangoso, patéticamente abatido por un girasol. Quizá porque lo que eres es el opuesto de lo que fue algún día y de lo que creo permanece ahora, quizá porque el león que pretendió ser niño decidió retornar al desierto sin que hubiese pasado por su anterior transformación, quizá porque te convertiste en el espejo de lo que no quise jamás que fuese, trivial, ligero, superfluo, efímero, aromático. Ni la incoherencia ni la razón, la mediocridad y el plagio, tacañería y un continuo devenir, un girar y un deambular tras las brisas de la más ligera premonición de viento, de ese que ni siquiera percibe esa piel seca y baldía. Mientras, descubro que tu poesía perece, y que la que mi alma esperaba existiese, profanó el sarcófago que guarda mis letras y mis canciones, mis plumas y mis unicornios. Mientras recuerdo que tu imagen fueron tus pasos sobre las tablas de la comedia que construiste e intentas descubrir para ti, para convencerte de que tu alma es infinito, de que tu suelo es ahora, y de que tu nebulosa esconde secretos...secretos....predecible, inconcluso, de vaivén, ni el tiempo ni la interpretación, ni la incoherencia ni la razón, ni el surrealismo ni la abstracción, emociones carentes de sentido, alienable, tergiversable, móvil y fluctuable. Ahora tu vacío se apodera de mis adjetivos, y mis palabras de nuevo se tornan igual de inconclusas, igual de superfluas, lo suficiente como para pretender retornar a la nada.....