Poca luz, pero brillante
tan activo su desgano
orgulloso de ser simple
y en sus pasos suena rock

Esa puerta que me abre
muestra un mundo que envidiaba
que me invita a no acordarme
de lo absurdo de mi vida
cuando sólo te observaba

Una vez crucé el umbral
animada por sus ganas,
de mi rara adolescencia
saqué euforia acumulada,
para colmo, otra sorpresa:
me dio más que yo le daba

Me llegué a sentir la dueña
de esta relación extraña
pues, a la hora de querernos,
era yo la reservada
por marcar mejor los pasos
que volando me llevaban
a la cumbre de entusiasmo de la que renegaba

Poco a poco fui cayendo
sin bajar de lo más alto
Descubrí no ser de hielo
respondiéndole con lágrimas
a su tímido "Te quiero"
Un muerto perdiendo el miedo,
un ángel subiendo al cielo,
mi corazón y yo, extranjeros
La ilusión era algo nuevo

Sin saber como se amaba
establecí mis propias reglas
Me basé en perder el miedo
y aunque me sentía pequeña
también me sentía halagada
pues día y noche lo veía
besando mis movimientos.
Y, confiando en ser amada,
empecé a cumplir mis reglas:
le entregué más que mi alma

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